¿Y por qué no estamos en esa foto?
El hombre más rico del mundo, pero a su vez uno de los más creativos y el que más está haciendo por la descarbonización del planeta recibió este viernes la visita del presidente de Argentina, Javier Milei, en la planta de Tesla en Texas. El coqueteo partió en la red social X (propiedad del propio Musk) hace un par de meses, pero ahora ya está dando frutos más tangibles.
El gran “socio” de Elon Musk debería ser Chile y no Argentina. Los autos eléctricos ocupan tres veces más cobre que los autos convencionales, y nosotros somos el mayor productor mundial. A su vez, ¿qué quiere Tesla de Argentina? La respuesta es obvia: litio para las baterías de sus autos. Pero el segundo mayor productor de litio del mundo somos nosotros, y además podemos producir litio a costos más bajos. Entonces, ¿va Boric a Texas o invitamos a Musk al salar de Atacama? ¿Por qué le dejamos libre el camino a otros cuando nosotros necesitamos más que nunca esas inversiones para volver a crecer y dar empleo? Cuesta entender por qué.
El caso de Tesla: Tesla es una empresa fundamental en el mercado de los vehículos eléctricos por varias razones. Su liderazgo en innovación ha establecido nuevos estándares en la industria, ofreciendo modelos de alto rendimiento como el Model S, Model X, Model 3 y Model Y. Además de sus autos eléctricos, Tesla ha creado un ecosistema completo de energía verde, incluyendo soluciones de generación, almacenamiento y consumo de energía renovable. Su tecnología avanzada, que incluye estaciones de recarga y opciones de piloto automático, ha contribuido a su popularidad y aceptación en el mercado.
La marca automotriz más valiosa del mundo: además, Tesla se ha consolidado como la marca automovilística más valiosa del mundo, lo que refleja su importancia y el valor que aporta al mercado de vehículos eléctricos. En resumen, Tesla no solo ha liderado la transición hacia la movilidad eléctrica, sino que también ha influido en la dirección de la industria automotriz hacia un futuro más sostenible y tecnológicamente avanzado.
Creerse el cuento: a Chile y a nuestras autoridades les falta “creerse el cuento”. Nosotros somos el país que más puede contribuir a ayudar al mundo en su lucha contra el calentamiento global. Tenemos cobre, el mejor metal conductor de electricidad cuando el mundo quiere electrificarse. Tenemos litio, crucial en las baterías de los autos eléctricos. Tenemos la energía solar y la energía eólica más barata del planeta, gracias al sol del desierto de Atacama y al viento de la Patagonia. Somos también hoy el único productor mundial de bencina verde (bencina carbono neutral). La verdad es que tenemos todo.
Bonus track: y hasta podemos ofrecerle a Musk un bonus track: las tierras raras. Eso, si es que la permisología permite que por fin comience a desarrollarse uno de los pocos yacimientos de tierras raras que se encuentran fuera de China., y que está a pocos kilómetros de Concepción. Las tierras raras son esos “imanes” que permiten multiplicar la aceleración de los motores de los autos eléctricos, y que increíblemente hasta ahora no hemos dejado que se desarrolle, pese a que ocuparán una fórmula que es ejemplo mundial en sostenibilidad.
Diplomacia anticuada: lo que nos falta es audacia. Deberíamos pedirle consejo a Elon para reducir la permisología utilizando lo que se ha llamado el “algoritmo de Musk”. Y creo que el propio presidente Boric debería asumir un rol mucho más protagónico. ¿Será que el presidente cree que sus giras internacionales son para reunirse con otros presidentes? Ese es un concepto ya obsoleto. Musk y otros como él representan un PIB más alto y más importante para Chile que el de muchos países. No sigamos dándole tanta ventaja a Argentina.