Vivir creciendo
Es increíble lo que provoca vivir en un país que lleva más de 30 años creciendo. Muchos de nosotros recordamos vagamente una gran crisis como la del 82 y solo recordamos la «crisis asiática» y la última crisis «subprime».
La primera fue «de verdad». Una caída estrepitosa del crecimiento, quiebra casi todos los bancos (solo 1 no lo hizo) y altísimo desempleo, entre otros problemas que esto generó.
La segunda, una crisis que no iba a pegar muy fuerte, pero que sus efectos fueron menores. De hecho, los efectos negativos vinieron por la sobrerreacción del Banco Central que elevó la tasa sobre los 2 dígitos.
La última fue una gran crisis por la cantidad de países afectados y la importancia de estos.
Sin embargo, aprendimos de las anteriores y fuimos uno de los primeros países en salir de ella. Pensemos que muchos países Europeos llevan, hasta el día de hoy, más de 5 años en crisis, y no pareciera que vayan a salir airosos en el corto plazo.
Cuando nuestra memoria solo recuerda mejorasen el bienes tar, en los ingresos, en el empleo en el acceso a la tecnología, etc. es cuando aparece el peligro de generar políticas públicas que lleven a desestabilizar los fundamentos de nuestra economía. Por esto, creo que es importante revisar la historia. Si no le creemos a lo que se escribió en esa época (82), basta buscar información de lo que significa una crisis en la vida de las personas en muchos países europeos hoy. La tecnología hoy permite saber lo que sucede con los salarios con el empleo…con los suicidios producto de la crisis.
Ojalá seamos capaces de mantener nuestra mundialmente respetada responsabilidad en materia económica y no caigamos en la moda los slogans, que no son más que 140 caracteres.