Viña tiene festival: menos carteles y más acciones
La edición de este Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar no ha estado exenta de polémicas. A partir de una columna de Alberto Mayol, se instaló el debate sobre si el show de Peso Pluma contribuiría o no la promoción de la narcocultura. Con ribetes faranduleros, este debate terminó en nada, ya que el artista canceló su presentación.
En una reciente encuesta de Datavoz, un 38,3% de las personas declaró estar muy en desacuerdo con la participación de Peso Pluma en el Festival de Viña, lo cual, sumado a aquellos que señalaron estar en desacuerdo (11,2%), implicó que cerca de la mitad de los respondientes no les pareció que el cantante se presentara en el evento (49,5%).
Pero eso no fue todo. El reciente incendio que afectó la Ciudad Jardín y zonas aledañas, ha puesto en el ojo de la polémica la gestión de su alcaldesa Macarena Ripamonti.
Con 134 chilenos muertos y aproximadamente 14.000 viviendas y estructuras quemadas, los damnificados de El Olivar y Villa Independencia organizaron una protesta con el lema “Viña está de luto” el domingo 25.
La alcaldesa, además, se encuentra querellada por no tener un plan de emergencia para incendios, el que en dos ocasiones ha sido rechazado por la CONAF. Paradojalmente, también ha reconocido el abandono de su propio gobierno, a pesar del “Nunca, nunca los vamos a dejar solos” que prometió el presidente Boric.
Con todo, en la jornada inaugural presenciamos la escena de la autoridad posando con una pancarta haciendo un llamado “Ley de incendios ¡Ahora!”.
Como era de esperar, las redes sociales vinculadas a la alcaldesa se plegaron a una estrategia comunicacional para ocultar la ineptitud en la gestión de la emergencia. En Chile ya están regulados los incendios, así como la responsabilidad civil y penal de sus autores. Asimismo, la responsabilidad de la autoridad.
Con la reciente muerte del expresidente Piñera, las comparaciones son inevitables. Y es que el Frente Amplio obvia la dimensión moral de la eficiencia y eficacia en la administración del Estado.
Acostumbrados a posar con letreros, aún no salen de la lógica del eslogan y de una ideología casi infantil en lo que refiere a la gestión pública. Por lo mismo, esta edición del Festival es una oportunidad para hacer algo más que posar con letreros como en una asamblea universitaria. Por lo pronto, la autoridad ya debe transparentar el uso de recursos que han sido donados en distintas instancias para la gente que vive, literalmente, en una tragedia.
No hay que olvidar que la autoridad presentó para el año 2024 un presupuesto 12% superior al del año 2023, superando los 145 mil millones de pesos, con 41 mil millones en gastos de personal.
¿Qué logros puede mostrar la alcaldesa al respecto? Al parecer, en lo que refiere al drama humano que se vive en la comuna, nada.
El partido de la alcaldesa acaba de anunciar las directrices del nuevo partido único: ecologismo, feminismo y probidad. Esta última directriz genera serias dudas en un partido político que no sale del identitarismo político y un legalismo que cree que los incendios se apagan con una ley.
“Viña tiene festival”, decía el lema. El Festival debe ser un espacio para unirse en esta causa de sobrellevar el drama humano que se vive. No para mostrar carteles que poco o nada ayudan a la gestión de la emergencia. Esperemos que la autoridad y el personal municipal hagan efectivamente gobierno local.