Un paro nacional que amenaza la recuperación de aprendizajes
El Colegio de Profesores ratificó la convocatoria a paro nacional para el 26 de julio próximo, para exigir al Ministro de Educación la reparación de la «deuda histórica»; el cumplimiento del Bono de Retiro; y el cambio en el modelo de financiamiento de la educación, entre otros temas. Si bien estas demandas pueden ser legítimas, es oportuno preguntarse por los efectos que este tipo de medidas tiene en los educandos.
No debemos olvidar que la pandemia Covid-19 dejó una profunda huella en la adquisición de los aprendizajes que estamos pudiendo cuantificar este año. En un reciente estudio realizado por la Facultad de Educación y el Centro de Liderazgo Educativo de la Universidad del Desarrollo, se examinó la relación entre la interrupción prolongada de las clases entre octubre de 2021 y noviembre de 2022, los resultados del Simce 2022 y los niveles de asistencia a clases en marzo y abril de 2023 de las cohortes de cuarto básico y segundo medio que rindieron la prueba antes mencionada.
Los datos analizados sugieren una relación directa entre el número de días en que las instituciones educativas estuvieron abiertas durante la pandemia y los niveles de asistencia a clases en marzo y abril de 2023, así como los resultados obtenidos en el Simce. Es decir, las escuelas que tuvieron una mayor cantidad de días de apertura durante este periodo registraron un rendimiento superior en la prueba y niveles más bajos de inasistencia grave en 2023.
Por otro lado, las escuelas que estuvieron abiertas menos de 30 días durante la pandemia presentaron altos niveles de inasistencia grave en marzo y abril de 2023, alcanzando 23% para la cohorte de cuarto básico y 28% para la cohorte de segundo medio. Es decir, casi un tercio de los alumnos faltó 15% o más en los primeros meses de 2023.
Estos hallazgos, en el contexto del paro anunciado por el Colegio de Profesores, plantean interrogantes cruciales que como país debemos abordar en nuestras políticas públicas: ¿Cómo podemos garantizar una mayor continuidad en la asistencia escolar durante situaciones de crisis? Y más aún, frente a suspensión de clases por paros gremiales o delitos alrededor de las escuelas, ¿cómo fortalecemos la preparación y adaptabilidad de los sistemas educativos para enfrentar eventos disruptivos en el futuro?
En términos de desempeño en el Simce 2022, los establecimientos con peor rendimiento (puntajes entre 165-207 en cuarto básico y 183-227 en segundo medio) presentaron altos niveles de inasistencia grave en 2023, alcanzando 29% y 30% respectivamente. En contraste, los establecimientos con mejores puntajes en el Simce (293-334 en cuarto básico y 317-361 en segundo medio) registraron significativamente menos inasistencia grave, con 16% y 11% respectivamente.
Esto lleva a preguntarnos qué medidas se pueden implementar para asegurar la mantención de las clases regulares en situaciones de emergencia sin comprometer la seguridad de los estudiantes y el personal docente, Y, de no ser posible, cómo podemos fortalecer la formación docente, la infraestructura y los recursos tecnológicos necesarios para fortalecer la enseñanza a distancia durante periodos de crisis o eventos disruptivos
Asimismo, es relevante reflexionar sobre cómo podemos generar un entorno propicio para el aprendizaje continuo, especialmente en las comunidades más vulnerables. Claramente y a la luz de los datos expuestos la suspensión de clases debe ser siempre la última decisión.
En resumen, el estudio entrega valiosas perspectivas sobre los impactos de la interrupción de las clases en el rendimiento académico y la asistencia escolar. Ahora, como país, debemos pensar las respuestas a estas preguntas y generar consenso en cómo trabajar en conjunto políticas educativas que aborden estos desafíos de manera integral, promoviendo la continuidad educativa y el bienestar de nuestros estudiantes.
Por tanto, si el Colegio de Profesores quiere contribuir a la nivelación y recuperación de los aprendizajes debe buscar otras formas para exponer sus demandas a la autoridad política, priorizando siempre a los estudiantes.