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UDD en la Prensa

Trump y el paracetamol

 Heriberto García
Heriberto García Director carrera Química y Farmacia

Preocupante, por decirlo menos, es que un líder político como el Presidente de los Estados Unidos anuncie un efecto adverso de un medicamento tan utilizado como el paracetamol. Respaldarse en estudios de baja evidencia científica para decir que el paracetamol es el causante del autismo es irresponsable y dañino a la fe pública. Todas las agencias reguladoras del mundo, EMA (Europa), ANVISA (Brasil), ISP (Chile), por mencionar algunas, salieron a desmentir tales aseveraciones, la única que matizó fue la FDA de EEUU, que incluso emitió una carta a los médicos para que prescriban menos Tynelol (paracetamol), un medicamento que incluso se puede usar bajo la automedicación responsable y se vende, por tanto, sin presentación de receta médica.

El metaanálisis publicado el 14 de agosto revisó resultados de 46 estudios donde se analiza el coeficiente de relación de mujeres que tuvieron hijos con autismo y consumieron paracetamol, la comparación mostró 27 estudios que dieron una asociación positiva, 9 nulas y 4 negativas, el resto ambiguas, por lo tanto, nada se puede concluir de esto. El paracetamol (o acetaminofeno) es uno de los medicamentos más seguros que se conocen, tal es su seguridad que justamente por eso se recomienda en mujeres embarazadas, por eso en estos estudios saliera la correlación positiva pues si le preguntas a una mujer de hijo autista si durante el embarazo tomó paracetamol, era obvio dijera que sí. Esto es claramente un sesgo importante para estos estudios.

Por otro lado, llama la atención que justamente el 22 de septiembre -el mismo día del anunció que dio Trump- la FDA aprobara el uso de Leucovorina para el tratamiento del autismo, que el propio Donald Trump promocionara en su punto de prensa (algo similar cuando recomendó Hidroxicloroquina para el covid-19). Esto genera desconfianzas en el proceso, más aún cuando la misma Leucovorina (un folato de acido fólico, elemento presente en alimentos y en muchos medicamentos actualmente) se descontinuó hace años por el mismo laboratorio GlaxoSmithKline (GSK) que hoy lo vuelve a lanzar, claro que la indicación y nombre comercial era otro, se trataba de Wellcovorin ® como tratamiento de trastornos de células sanguíneas graves  (trombocitopenia, neutropenia, anemia) y los efectos adversos de medicamentos que antagonizan al ácido fólico (metotrexato entre ellos).

Estudiar mientras se utilizan los medicamentos, para conocer otras indicaciones o nuevos efectos adversos es algo que toda agencia reguladora en el mundo debe promover, eso es la farmacovigilancia. Que en estos estudios bien realizados aparezcan reacciones tan serias como las mencionadas, requeriría acciones inmediatas, por eso es más llamativo aún que hoy se refloten estudios antiguos en un metaanálisis de hace un mes y se hagan estos anuncios hoy. El paso serio en este caso sería estudiar la farmacogenómica como ciencia que investiga cómo los medicamentos afectan a ciertas poblaciones del mundo y con ello tomar medidas regulatorias efectivas; poco serio es que frente a un hallazgo de poca evidencia un presidente haga anuncios que luego una institución de su propia administración no puede desmentir sin que eso le pueda, al menos, costar el cargo a quien dirige esa institución.

Dejar la administración política y las ciencias separadas, para que así cuidemos el rol de las agencias reguladoras de medicamentos libre de cuestionamientos.

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