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UDD en la Prensa

Trascender: asignatura pendiente

 Gonzalo Jiménez
Gonzalo Jiménez Director Centro de Familias Empresarias & Empresas Familiares UDD

A fines de 2014 y sin que aún dimensionáramos como país los ribetes que alcanzarían los vínculos entre política y algunas empresas, quisimos conocer la proyección y liderazgo de los principales grupos económicos familiares en Chile, sobre la base de la valiosa percepción de expertos del mundo académico, financiero y social, entre otros.
Así nació la Radiografía al Potencial Transgeneracional de las Familias Empresarias Chilenas, que arrojó interesantes datos sobre la capacidad de generar valor los liderazgos, el alineamiento interno y la capacidad de sucesión a siguientes generaciones por parte de 23 grupos económicos.
Los resultados no son del todo buenos. Sólo 4 grupos fueron evaluados positivamente respecto a su alineamiento familiar (Solari, Matte, Bofill y Luksic), y sólo 3 obtuvieron buena calificación por su capacidad para gestionar la sucesión familiar (Solari, Von Appen y Matte).
Entendemos por alineamiento familiar la construcción de un protocolo familiar, consensuado e intergeneracional. Es decir una carta de navegación, con una visión y reglas claras con formas establecidas para la toma de decisiones o la resolución de conflictos. Mientras que la sucesión podemos denominarla como la capacidad de desarrollar y retener a los sucesores familiares naturales, aquellos que puedan refrescar capacidades y aportar nuevas ideas.
La gran mayoría de los grupos en Chile no está preparados para proyectarse, como creen nuestros encuestados. Por ello, una de las conclusiones de este estudio apunta a que las grandes empresas familiares empiecen a ocuparse de los distintos aspectos que los llevan a transcender.
Esto, entendido como mucho más que sólo generar fortuna. Un legado, una contribución importante, con sentido de país.
A la luz de los resultados arrojados por la Radiografía es urgente que las familias-empresarias propicien los espacios para que las generaciones aprendan a conocerse y a ser socios. Profesionalizar la empresa es la clave para enfrentar los cambios y eso se logra de la mano de instancias y protocolos que guíen hacia un proyecto común, que logre traspasar generaciones y tenga sentido de trascendencia.