SIPCO
El «Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Especifico a los Combustibles» SIPCO, es un sistema para amortiguar el impacto de las alzas internacionales sobre los precios que pagan los consumidores finales por los combustibles. En términos simples, frente a un alza brusca en el precio internacional de los hidrocarburos, el SIPCO ajustaría a la baja el impuesto específico limitando el impacto de esta alza en los precios locales.
Este sistema se estableció a partir de marzo de 2011, reemplazando al Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles, Fepco que amortiguaba las variaciones, descontando del fondo frente a las alzas y aportando al fondo frente a las bajas.
En relación a los precios de los combustibles existen tres aristas que es importante diferenciar.
Por una parte, el precio internacional ha crecido sistemáticamente en el tiempo y no existen razones para pensar que esta tendencia se romperá en el futuro. Por otra, su gran variabilidad a nivel internacional se traduce en gran fluctuación de los precios locales lo que genera incertidumbre en los consumidores.
Por último, el impuesto específico a los combustibles es una fuente de financiamiento fiscal no despreciable y de ello se desprende la falta de disposición gubernamental a eliminarlo.
En el caso hipotético de eliminar el impuesto específico a los combustibles, se produciría una reducción significativa en el precio de éstos (por una vez). Sin embargo, esta medida en ningún caso implica que los precios de los combustibles no seguirán subiendo en el tiempo, a la par con la tendencia de los precios internacionales.
Cabe destacar que, al contrario de lo que las autoridades nos tratan de presentar, el impacto del SIPCO no es en ningún caso un subsidio a los combustibles. Muy por el contrario, es una reducción transitoria en el impuesto que el Estado cobra por el consumo de los mismos.