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UDD en la Prensa

Siete meses de improvisaciones en torno a la gratuidad

 Jacinto Gorosabel
Jacinto Gorosabel Investigador FEN

Las improvisaciones, contradicciones y errores en la legislación de la gratuidad en la educación superior comenzaron el pasado 21 de mayo cuando la Presidenta anunció que “a partir de 2016 aseguraremos que el 60% más vulnerable que asista a CFT, a IP acreditados y sin fines de lucro, o a universidades del Consejo de Rectores, accedan a la gratuidad completa y efectiva, sin beca ni crédito”.
Según la Mandataria, las universidades privadas quedaban fuera, sin embargo dos semanas después, el entonces ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre señaló la posibilidad de incluir a las universidades privadas diciendo “enviaremos en el segundo semestre un marco regulatorio que dejará claramente establecido cuáles son las condiciones para que cualquier institución, sea o no sea del Consejo de Rectores, pueda ingresar a la gratuidad”.
El 14 de julio, nuevamente cambió el criterio de gratuidad. Tras una reunión entre la nueva ministra de Educación, Adriana Delpiano y la Confech, se anuncia que las universidades fuera del Cruch quedarán excluidas de la gratuidad. Un semana después, la Presidenta Bachelet declara: “Habrá gratuidad para la educación superior de todas y todos los jóvenes que estudien en instituciones universitarias o técnicas que tengan los convenios con el Estado, que va a definir la reforma. Porque queremos que haya gratuidad, pero que además haya calidad”.
Al mes siguiente, la Mandataria anuncia que se rebaja de 60% a 50% los alumnos vulnerables beneficiados con la gratuidad y otra vez se incluyen a las instituciones fuera del Cruch “que cumplan ciertos criterios”.
El 20 de agosto el Ministerio de Educación publica un documento en su web que establece nuevos requisitos para acceder a la gratuidad, tanto para las universidades del Cruch como para las privadas. No obstante, la ministra Delpiano señaló después que el documento era un “borrador que no debía estar en el sitio web, no tengo claro de quién fue el error”. El 22 de septiembre, frente a la posibilidad de establecer la gratuidad a través de becas, la ministra Delpiano expresa que “es una opción y así la hemos visto, la estamos estudiando”. Sin embargo, al día siguiente la misma ministra descartó esa alternativa.
Después de 7 meses y numerosos cambios, el Gobierno estableció un criterio de gratuidad pero al discriminar arbitrariamente a los alumnos vulnerables de la educación técnica, nuevamente se equivocó.