Salud sustentable y de calidad: algo más que leyes
La inversión necesaria en investigación para el avance científico y tecnológico aplicable en salud y la importancia de proveer un acceso universal de terapias que han demostrado efectividad, siempre implicarán un ascenso en el gasto en salud. Esta realidad no es sustentable y puede comprometer el progreso científico atentando contra la posibilidad de ofrecer estos beneficios a todas las personas que lo necesiten.
Al mismo tiempo, observamos que la epidemiología en el último decenio, exceptuando este año de pandemia, muestra que las enfermedades crónicas y el envejecimiento son las que predominan y más crecen, dando cuenta del mayor gasto en salud en el mundo occidental.
Este escenario aconseja introducir cambios en la gestión del cuidado de los pacientes, con un inmenso énfasis, pero no solamente, en la prevención primaria. Un concepto nuevo, pero necesario, será crear un “especialista” en prevención terciaria. Su misión será mantener a los pacientes con enfermedades crónicas alejados de los hospitales y clínicas. La hospitalización separa al enfermo de su ambiente familiar y eleva los costos. Para esto debe existir un equipo de salud, que conozca en detalle la condición de cada paciente, que funcione con protocolos específicos y estandarizados para el seguimiento y control de las diferentes condiciones que lo afecten.
La “Hospitalización Domiciliaria” es una estrategia que debe estimularse. En esta pandemia vimos cientos de pacientes hospitalizados en domicilio con oxígeno, antibióticos endovenosos, kinesiterapia, tratamiento para el dolor, entre otros. Esta alternativa de cuidado, más desarrollada en el sistema público, adquiere más valor aún en períodos como el actual, cuando la ocupación de camas hospitalarias está al límite. Un servicio de hospitalización domiciliaria puede significar un aporte importante de camas al sistema de salud. Esto permitiría convertir camas de cuidado básico habitual a camas de cuidados intensivos, irreemplazables para entregar soporte a pacientes de mayor gravedad que deban hospitalizarse.
Otro tema relevante en la línea de la atención ambulatoria avanzada es la cirugía. En países con sistemas de salud con incentivos adecuados, los niveles de cirugía ambulatoria alcanzan el 60% del total. Pacientes sometidos a cirugía mayor como colecistectomía o cirugía traumatológica compleja se van a sus casas el mismo día de la cirugía. De manera similar, la mayoría de los partos normales no están más de 48 horas hospitalizados. En Chile la cirugía ambulatoria está creciendo, pero a niveles muy inferiores, llegando a menos del 30% en promedio. Sin duda que en nuestra población hay factores sociales de vivienda y servicios mínimos que dificultan la estrategia de alta precoz. La existencia de equipos multidisciplinarios permitirá garantizar un control y seguimiento que dé seguridad al paciente.
En este modelo de ambulatorización progresiva del cuidado, el equipo de salud debe tener una integración fluida con el centro de referencia de mayor complejidad y el especialista o subespecialista correspondiente. Hoy la telemedicina permite compartir exámenes, radiografías, hallazgos al examen físico, optimizando la toma de decisiones para casos que realmente requieren derivación. El paciente no debe ir al hospital; es el equipo de salud el que debe ir donde está el paciente.
Para que estos cambios ocurran, los incentivos deben estar bien alineados. Debe premiarse la buena medicina, que ofrezca mejores resultados a menores costos a su población asegurada, con indicadores sanitarios y de gestión objetivos, como mantención de un buen control de pacientes diabéticos o hipertensos, o frecuencia de hospitalización de pacientes crónicos, o tasa de cirugías ambulatorias o complicaciones intrahospitalarias, etcétera.
Para enfrentar los desafíos anteriores, las universidades debemos fortalecer y acelerar ciertos elementos en la formación de nuestros profesionales, muchas veces declarados, pero no cumplidos. La incorporación de la salud digital, el fortalecimiento de la enseñanza multidisciplinaria y el trabajo en equipo, más elementos de gestión, entre otros, son necesarios para el desarrollo de esta estrategia.
Ricardo Ronco M., Decano Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo
Bernd Oberpaur, Director médico Clínica Alemana