Robots Humanoides Optimus de Tesla y las Tierras Raras
¿Hay suficiente “hambre” por el crecimiento económico? Las oportunidades están. Elon Musk acaba de anunciar a los inversionistas que el gran obstáculo para producir sus robots es la restricción de China para vender tierras raras a Estados Unidos. Cada uno de los Optimus necesita 3,5 kilos de imanes de neodimio, elemento químico que podríamos estar produciendo en Chile desde hace rato.
- ¿Qué pasó?: Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, dijo a los inversionistas al dar a conocer los resultados de su empresa que la producción de los robots Optimus se verá afectada por la escasez de imanes que contienen metales pesados de tierras raras.
La causa principal de este “problema de los imanes” radica en la reciente decisión de China de suspender las exportaciones de metales pesados de tierras raras y los imanes fabricados con estos materiales. Esta medida, con efecto inmediato desde el 4 de abril, se implementó como respuesta al aumento de los aranceles impuestos por Trump a los productos chinos. Dicho país ha señalado que estas restricciones son una práctica internacional común para proteger la seguridad e intereses nacionales, dado que estos materiales tienen usos tanto civiles como militares.
Musk comentó que China necesita garantías de que el uso de estos imanes por parte de Tesla no sea con fines militares, lo cual, según él, “obviamente no es el caso”, ya que “simplemente son para un robot humanoide”. Agregó que lamentablemente la producción de robots avanzará “tan rápido como el componente más lento y menos afortunado de todo el conjunto”.
- ¿Qué son los Robots Optimus?: se trata del robot “humanoide” de Tesla, diseñado para asumir tareas peligrosas, repetitivas o indeseables mediante la automatización impulsada por inteligencia artificial. La presentación de Optimus ha aumentado el interés público y de gigantes tecnológicos en los robots “humanoides”. Los expertos sugieren que los “humanoides” podrían convertirse en el próximo producto electrónico de consumo ampliamente adoptado, necesitado por todos, con un enorme potencial de mercado. Tesla está invirtiendo miles de millones de dólares en este proyecto. La compañía planea producir miles de unidades de Optimus en 2025 para pruebas iniciales en fábrica y multiplicar por diez la producción en 2026 para alcanzar entre 50,000 y 100,000 unidades.
- ¿Por qué necesitan Tierras Raras?: los imanes de tierras raras son componentes esenciales en diversas tecnologías modernas, incluidos los motores eléctricos de vehículos y los robots. Son conocidos por su excepcional resistencia, superando con creces a los imanes tradicionales. Estos imanes, fabricados a partir de aleaciones de elementos de tierras raras como el neodimio y el samario, son cruciales para el rendimiento de la mayoría de los motores eléctricos.
La fabricación de robots como Optimus requiere numerosos motores eléctricos pequeños, uno o varios por articulación (por ejemplo, para el movimiento de los brazos), que utilizan imanes especiales.
Datos públicos muestran que un solo robot requiere más de 40 servomotores (convierten señales eléctricas en movimientos mecánicos), cada uno con entre 50 y 100 gramos de imanes, lo que resulta en un consumo total de entre 2 y 4 kilos. Por ejemplo, cada unidad de Optimus de Tesla necesita aproximadamente 3,5 kilos de imanes de NdFeB (fórmula química de los imanes de neodimio).
- ¿Qué esperamos para negociar con Trump y con Musk?: China domina por completo el suministro global de tierras raras pesadas y es responsable del 70% de la extracción, el 85% del procesamiento y el 92% de la producción mundial de imanes que contienen estos metales.
Ante esta concentración del suministro y los riesgos asociados, se están explorando esfuerzos de diversificación fuera de China. Y ahí es donde aparece nuestra gran oportunidad. En Chile, el proyecto “Módulo Penco”, liderado por la canadiense Aclara junto a su socio chileno CAP, se presenta como una iniciativa de vanguardia, que nos pondría como país en el mapa geopolítico mundial. Es, además, un proyecto muy diferente a la minería tradicional, porque se trata de depósitos de arcillas iónicas que contienen una combinación ideal de tierras raras.
Recordemos que Aclara también es dueña del proyecto Carina, en Brasil, cuyos permisos de operación han avanzado mucho más rápido que en Chile.
Así los ambiciosos planes de producción de robots humanoides de Tesla se enfrentan actualmente a un obstáculo crítico debido a la dependencia de los imanes de tierras raras procedentes de China y las restricciones a la exportación impuestas por el país asiático. Esto muestra la vulnerabilidad de las industrias de alta tecnología a las disrupciones en la cadena de suministro global y los factores geopolíticos.
Esa debilidad es precisamente nuestra oportunidad. Pero aquí nos seguimos demorando. ¿Hay verdadera “hambre” por crecer económicamente? Si fuera así esta es nuestra oportunidad para negociar con Trump y con Musk, y poner a Chile en el tablero geopolítico mundial.