Río Silala
El Presidente Morales se encuentra en una situación interna compleja. Su estrategia de lograr una reforma constitucional, que le permitiera una nueva reelección, fue rechazada este verano por el pueblo boliviano a través de un referéndum.
Además, la decisión de la Corte Internacional de Justicia, de declararse competente en la demanda de Bolivia en contra de Chile, está empezando a verse en su entorno como una victoria pírrica. Las precisiones que hizo la Corte en el sentido que el juicio no revisará el Tratado de 1904, que no se ha adoptado posición alguna respecto de soberanía, y que incluso en el evento que llegara a fallar que Chile tiene la obligación de negociar, nada en la sentencia daría indicación alguna sobre cómo debiera definirse y decidirse tal proceso de negociación. Esto confirma lo inoficioso e inútil del juicio.
Frente a este escenario, el discurso del 23 de marzo pareciera ser un esfuerzo por reconquistar apoyo del electorado boliviano más que una estrategia sólida y reflexionada y, por lo mismo, el Presidente Morales parece no haber considerado que existen documentos y mapas bilaterales que confirman la calidad de río internacional del Silala. Tampoco considera que fue Bolivia la que abandonó el año 2009 el proceso de negociaciones con Chile y que era parte de la agenda bilateral de los 13 puntos y, por tanto, no habría agotado las instancias bilaterales antes de recurrir a tribunales internacionales.
De esta forma, el Presidente Morales aumenta no solo el riesgo de derrotas judiciales, sino que también una contrademanda por parte de Chile.