Regionalización
El proceso por contar con verdaderos gobiernos regionales, con autonomía en la toma de decisiones y capacidad económica para sacarlas adelante, sigue avanzando pero sin convicción. A ratos parece que se avanza un paso para luego retroceder dos. A propósito del terremoto en Iquique y Arica, y del dramático incendio en los cerros de Valparaíso, hemos vuelto a ver como se pasa a llevar la autoridad del intendente regional, radicando el poder del proceso de reconstrucción en la figura del delegado presidencial, como si el primero no fuera precisamente el representante del Presidente de la República en la región.
Dónde más claro que en los procesos de reconstrucción, luego de una catástrofe, que deben ser los intendentes quienes estén en primera línea de relación con las comunidades, asumiendo con real autoridad y poder las decisiones.
Ejemplos notables vimos en la Región del Bío Bío, durante estos últimos años, en su propio proceso de reconstrucción, donde desde el intendente hasta los alcaldes y demás autoridades y profesionales, destinaron sus mejores esfuerzos para sacar adelante tan titánica tarea. Como desconocer que en ello jugó un rol relevante el conocimiento, cercanía y cariño que las propias autoridades regionales tienen por sus vecinos y su propia tierra.
¿De qué sirve, entonces, avanzar un paso en la elección directa de los consejeros regionales, si sus facultades y atribuciones no están a la altura del mandato popular recibido? Cabe preguntarse si ahora que se piensa en elegir mediante voto popular a los intendentes como máxima autoridad regional, de qué serviría realmente si nuevamente no cuenta con los recursos y la autonomía para dirigir este gobierno regional. A estas alturas solo queda claro que falta convicción en la necesidad real que tienen las regiones de gobernarse, sin esperar para cada decisión la autorización de Santiago.
Tengo la convicción que desde regiones se aporta y se puede aportar más a la necesaria descentralización del país. Las universidades regionales -y así lo asumimos en la Universidad del Desarrollo-, tienen un rol importante que requiere un compromiso constante en participar no sólo de la formación de profesionales de calidad, sino también de darles las herramientas necesarias para que puedan emprender y desarrollarse desde su región, sin sucumbir ante el centralismo.
Hoy la Presidenta Bachelet ha convocado a una Comisión Asesora Presidencial para el Desarrollo Regional y la Descentralización, lo que constituye según su mandato una oportunidad para descentralizar el país, pero desde la mirada de las propias regiones. Esperamos de verdad que esta señal positiva, un paso adelante, no sea seguida nunca más por otros pasos hacia atrás.