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UDD en la Prensa

Reforma laboral: ¿Quo vadis?

 Alejandra Aranda
Alejandra Aranda Consejera Red de Alta Dirección

Hay dos temas de la reforma laboral que serán los ejes del debate: la imposibilidad de reemplazo en huelga y el fortalecimiento de los sindicatos. Más allá de si es conveniente o no tener una discusión como esta en la actual coyuntura económica, es importante mirar el panorama de forma más amplia y preguntarse ¿qué se está dejando fuera?
Aquí conviene hacer un análisis en mayor profundidad. No solo se está centrando la discusión en el ámbito sindical, sino que se están dejando a la deriva temas que deberían ser medulares en un país que aspira al desarrollo. Así, no se ve que la productividad, por ejemplo, sea un pilar central. Un tema en el que Chile está al debe y sobre el que cuesta entender la poca celeridad con que se ha actuado en orden a generar entendimiento, conocimiento y el entorno necesarios para potenciarla.
La relación directamente proporcional entre productividad y creación de valor por parte de un trabajador es la base para establecer gran parte del marco legal en materia laboral para muchos modelos que han demostrado ser exitosos. Sin embargo, en Chile se lo sigue «pasando por el lado» cuando de políticas públicas se trata. Distinto escenario enfrenta el tema de la flexibilidad laboral. Más que ser considerado secundario, se lo ha teñido como un punto a favor del «empresariado», concepto cuya demonización ni siquiera viene al caso debatir. Lo han dicho especialistas y hasta el propio ex secretario del Tesoro de EEUU Tim Geithner que recientemente estuvo en Chile: la flexibilidad es clave para inyectar dinamismo en momentos de desaceleración. En el caso norteamericano, les permitió disminuir la tasa de desempleo y salir de la crisis en un plazo razonable. Es considerado, además un importante salvavidas para las pymes, ya afectadas por la reforma tributaria y el bajo crecimiento.
Siempre es momento de mejorar y avanzar. Por eso, es importante que se levante la discusión sobre cómo hacer una reforma laboral que proteja el trabajo y la economía en vez de rigidizar el mercado, precisamente en un escenario en que el desempleo y la desaceleración muestran que el problema puede ser más serio de lo que se pensaba.