Pymes y transformación digital
Si nos hablan de transformación digital, muchas organizaciones y sectores productivos lo ven como un desafío a mediano plazo, enfocado principalmente al desarrollo y uso de herramientas tecnológicas y no a un cambio cultural o de pensamiento. Es por esto que grandes instituciones están tomando cartas en el asunto, capacitando a sus equipos y tomando acciones diarias para poder desarrollar este cambio. Pero quienes podrían estar más lejanos a poder implementar esta innovación radical son las pequeñas y medianas empresas, que no solo son el corazón de nuestro país, sino también las que tienen mayores oportunidades en esta etapa histórica que se está viviendo.
A mediados de 2018, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel, señaló un dato más que preocupante “el 78% de las pymes en Chile no le ven valor a la transformación digital y el 45% solo entiende que el uso de tecnologías es tener una web o usar el correo electrónico para mandar mails”. Desalentador por decir lo menos. A eso, la autoridad le sumó otra reflexión: el proceso de innovación se producirá cuando se entienda que la economía del futuro no es solo implementación tecnológica, sino la capacidad de integrar a miles de productores, a miles de distribuidores al ciclo económico capaces de enfrentar de manera más efectiva y potenciando su valor económico en el ciclo productivo.
Creo que existen dos aristas para mirar el desafío que plantea la autoridad: la primera, apostar a que llegaremos al desarrollo guiados por empresas que se pueden contar con los dedos de una mano o comprender lo más rápido posible y, de paso, hacerse cargo de la gran oportunidad que tienen las empresas de menor tamaño y que desarrollan emprendimientos o innovaciones que permiten cambiar el ciclo productivo a la hora de competir. Veamos cómo una empresa de listas de compras revolucionó la industria del reparto a domicilio y de la experiencia de compra en los supermercados: no inventó nada nuevo, solo supo mirar el problema desde el punto de vista del cliente y diseñar una mejor experiencia.
Importantes tareas:
Pensar en ser global, automatizar y transformarse de manera digital son parte de los desafíos que las pequeñas y medianas empresas deben sortear para crecer y posicionarse en el mundo de hoy. Actores públicos y privados están fomentando una sana tensión para impulsar un ecosistema dirigido a la digitalización de las pequeñas y medianas empresas y la proliferación de la digitalización de sus negocios. Respecto al anuncio gubernamental del plan de digitalización de las pymes, es interesante la mirada que el Estado está desarrollado, ya que urgen políticas públicas que apoyen el desarrollo digital. ¿De qué forma se puede avanzar? Las pequeñas y medianas empresas lo primero que deben tener claro es que son el corazón de la economía nacional y, por lo mismo, no deben quedar aisladas y no deben entender la tecnología solo como el uso masivo de internet para desarrollar tareas administrativas.
Aquí, algunas reflexiones para que las pymes se unan a la transformación digital:
Automatizar procesos: Avanzar en tecnología que ayude a la automatización de procesos internos mediante diferentes sistemas u herramientas que permitan gestionar de manera eficiente los procesos internos.
Facturación electrónica y mayor liquidez: Lo primero es utilizar la banca electrónica para optimizar las transacciones. Sobre la liquidez, el factoring se ha convertido en un aliado para las pymes, ya que es un vehículo de financiamiento. El principal desafío en materia de transformación digital será adaptar el ritmo a través de tecnología que permita agilizar y responder la nueva demanda de la implementación del pago a 30 días.
Comercio en línea: El desafío es disponibilizar productos a través de internet y poder gestionar pedidos, entregas y atención en línea.
Infraestructura: Utilizar tecnología sofisticada en computadores, software y redes.
Seguridad: Deberán contar con plataformas lo suficientemente seguras para poder operar con tranquilidad, lo que permitirá avanzar como empresa evitando exponer a la compañía a vulnerabilidades de sus propios sistemas.