Primarias
La ley de primarias debiese generar bastantes beneficios para nuestra democracia, ya que incentiva una mayor competencia al entregar la oportunidad de participar en cargos de elección pública a cualquier individuo que lo desee y posea apoyo popular, sin necesidad de tener un apoyo previo de partidos políticos, es decir, cada interesado llevará al partido que le interesa su propia «cartera» de votantes.
Por ende, los participantes seharánmásomenos at ractivos para los partidos según el nivel de personas que lleven, permitiéndoles tener mayor poder de negociación con las ideas y/o políticas públicas que deseen generar desde el cargo en cuestión.
Por otra parte, es probable que con esto se conforme una nueva generación política, con nuevas caras, que es lo que ha estado pidiendo a gritos la juventud desde hace ya algunos años.
Sin embargo, aún no sabemos si esto resolverá el problema de la participación ya que pese a todos los bene ficios anteriormente expuestos, aún no se logra encontrar cuál es el mejor incentivo para que quienes se abstuvieron de votar, ahora lo hagan.
Y este ha sido el punto central de discusión de las últimas semanas: ¿será suficiente publicitar este proceso?