Pensando en lo que viene
A pesar de que ni la política monetaria ni la política fiscal son las causantes del marcado deterioro que exhiben los indicadores de crecimiento de la economía chilena, el envío en los próximos días del proyecto de ley de presupuesto 2017 traerá consigo dos tipos de señales que serán de gran importancia para entender lo que el Gobierno está pensando para el resto de su mandato: el porcentaje de aumento en el gasto fiscal dará cuenta del grado de compromiso efectivo con el objetivo de disminuir el déficit estructural; y la distribución sectorial de los recursos mostrará dónde estarán verdaderamente concentradas las prioridades.
Ambos aspectos serán relevantes como primer paso para intentar recrear confianzas que permitan a Chile retomar la senda del crecimiento que se perdió, y que debería ser el objetivo de fondo a perseguir. Una aceleración excesiva y con mala tracción nos empantanará aún más.