Son muchos los chilenos que necesitan mejorar sus pensiones. Por distintos motivos, hay personas que no pudieron ahorrar lo suficiente en sus cuentas individuales. Por eso el Gobierno ha propuesto un nuevo sistema de reparto dentro del actual sistema de capitalización individual. Así, todos tendríamos pensiones dignas. Suena muy bien.
Pero, ¿quién pagará esas nuevas pensiones? El sistema de reparto implica mejorar las pensiones de algunos con las mayores cotizaciones de otros. La propuesta del Gobierno es aumentar de 10% a 15% la cotización previsional respecto de la renta imponible mensual, reservando ese último 5% para financiar pensiones bajas, en forma solidaria.
Dado que las cotizaciones previsionales tienen un límite (actualmente de UF 70,3), el alza de 5% afectará en mayor medida a quienes no sobrepasen ese límite en su cotización. Es decir, a la clase media. Pese a que se ha dicho que el 5% de cotización adicional lo financiará el empleador, esto implicará una menor opción de mejorar salarios líquidos.
Otro factor importante a considerar es que el ingreso en la vejez no se explica solamente por el sistema de pensiones, sino que también por el ahorro personal y de tener una vivienda propia. Luego, al aumentar la cotización, hay menos recursos para financiar el ahorro y la compra de una vivienda.
En resumen, el alza del 5% es nuevamente un impuesto a clase media, la gran financista de las últimas reformas.