Necesitamos de una academia que se vincule con la industria
El desarrollo económico y tecnológico de un país se sostendrá en el tiempo solo si este cuenta con un sistema educacional que trabaje en forma conjunta con el sector productivo. Estos actores deben asumir su rol con una visión de futuro y fijar sus objetivos en servir a la sociedad.
En este sentido, las universidades y centros de investigación tienen el gran desafío de anticiparse a los problemas que como país debemos enfrentar en el mediano y largo plazo mediante un currículo moderno y un vínculo estrecho con la realidad. Asimismo, para que el Estado y la industria puedan abordar la creciente complejidad de los problemas del Chile de hoy, se necesita de un capital humano con una sólida formación académica y líderes responsables que favorezcan el diálogo entre todos los actores.
Sin embargo, ¿tienen acaso el mundo académico y el sector productivo valores en común y una estrategia que nos permita avanzar hacia convertirnos en una nación desarrollada? ¿de qué forma los programas de estudio responden a las necesidades reales del país? y lo más alarmante ¿cómo las universidades y la industria se adaptan a la rapidez de los cambios y evitar convertirse en un freno para el desarrollo?
Para que el conocimiento científico generado en las universidades tenga un impacto relevante y oportuno en el crecimiento del país, es necesario que los problemas de estudio sean los adecuados y que estos sean abordados por equipos multidisciplinares que entreguen una solución integral. Por ejemplo, la escasez de agua, la diversidad de nuestra matriz energética el convertirnos de un país exportador de materias primas a un país exportador de tecnología, o la preparación y respuesta a desastres naturales son problemas que requieren de la participación no solo del mundo académico y productivo sino que una estrecha colaboración de las autoridades gubernamentales para la toma correcta de decisiones.
Existe en Chile la capacidad científica para generar un debate de alto estándar y proponer soluciones a muchos de los problemas de hoy en día. Tal es el caso de los centros de investigación Fondap cuya misión es generar el conocimiento científico que el país requiere y ponerlo a disposición de la sociedad. Sin embargo aún es posible observar en la práctica una importante brecha entre el desarrollo científico en muchas disciplinas y los requerimientos de la industria. Disciplinas como ingeniería o ciencias aplicadas deben encontrar los puentes para acercar sus avances a la comunidad y hablar en el mismo idioma.