Mypes: Emprendimientos con impacto social
Uno de los objetivos principales del gobierno chileno es que nuestro país pueda dar un gran salto al desarrollo a 2020. El emprendimiento y la innovación son herramientas clave para enfrentar el desafío de superación de la pobreza y el desarrollo socioeconómico del país. En esta línea, apoyar las Micro y Pequeñas empresas (Mypes) se presenta especialmente relevante dado que en Chile éstas representan el 96% de las empresas formales. Hay algo más de 1,5 millones de Mypes, incluidos los trabajadores por cuenta propia. En 2008, las Mypes formales ascendieron a 721 mil unidades productivas y existen más de 805 mil microempresas informales. En conjunto, la Mype concentra el 58% de la ocupación del sector privado (Sercotec, OIT: 2010).
Desafortunadamente, una de las características de estas empresas es la alta informalidad condición que conlleva problemas en la calidad del empleo. Según datos de Sercotec en 2006 el 55% de los ocupados en las Mypes registraba ingresos inferiores a dos salarios mínimos ($270.000) y el 18% reconocía ingresos bajo el salario mínimo ($135.000). A su vez, los empleados dependientes en las micro-empresas tenían los niveles de ingresos más bajos: un 77% con ingresos inferiores a dos salarios mínimos y el 23% restante contaba con menos de un salario mínimo. A los problemas de calidad del empleo se suman problemas de gestión, capacitación del capital humano falta de asociación, entre otros.
Muchos proyectos orientados a potenciar las Mypes, como Grameen Bank, BancoSol en Bolivia o Banlgualdad en Chile, han demostrado que éstas son fundamentales en el desarrollo socioeconómico de los países pues generan ingresos reales para individuos y familias, empleo y desarrollo económico en las comunidades en donde están insertas.
Resulta relevante apoyar y fortalecer la Mypes en nuestro país, pues éstas cumplen un rol significativo en el desarrollo social creando empleo para personas en situación de pobreza, o grupos de personas que no tienen un fácil acceso al mercado convencional; como aquellos con baja escolaridad, mujeres jefas de hogar, jubilados, discapacitados o personas con habilidades especiales, entre muchos otros.
Apoyar a las Mypes es trascendental en términos sociales y económicos, porque involucra la promoción la responsabilidad individual y colectiva, colabora en el proceso de disminución de la pobreza, y permite alcanzar el tan deseado desarrollo.