Mitos de la República
«Tras la victoria chilena sobre los españoles en la batalla de Maipú, concluye el periodo de la Colonia y triunfa la revolución de independencia. Los últimos reductos realistas de Valdivia y Chiloé serían liberados pocos años más tarde con lo que la Independencia quedaría asegurada». El párrafo entre comillas está tomado de un texto de historia de Chile para estudiantes de tercero medio editado en 2011. Curiosa suma de afirmaciones erróneas, inexactas o manifiestamente falsas. Estando cercana una nueva celebración de 18 de septiembre, es bueno separar lo verdadero de lo mitológico a fin de orientar a los jóvenes en los orígenes de nuestro régimen republicano y en lo que denominamos Independencia.
El que nunca hubo «Colonia» es un hecho suficientemente demostrado para toda historiografía seria, más allá de los mitos hábilmente difundidos a partir de los historiadores liberales de mediados del siglo XIX que se empeñaron en dar este calificativo a la Monarquía que fundó nuestro país. Castilla nunca tuvo colonias en América. Se trataba de reinos dependientes de la Corona en calidad de iguales a las posesiones del Rey en la península.
Esa verdad es la que forma la base del derecho a formar juntas de gobierno durante la cautividad del rey a partir de la Junta de Quito de 1808. Unas simples colonias habrían sido completamente incapaces de hacerlo. Además tenemos la prueba de que la expresión jamás fue usada ni remotamente por las autoridades y la población de América durante la monarquía hispánica.
Nunca se empleó la expresión «colono». Los habitantes de Chile, criollos y mestizos de remoto ancestro español empleaban como denominación para sí mismos: «Soy español, natural de Concepción o Chillán».
Igualmente falsa es la imagen de los chilenos patriotas luchando contra el invasor extranjero proveniente de España. Más que una revolución de Independencia, lo que sucedió a partir de 1812 fue una Guerra Civil entre chilenos, unos partidarios de la secesión y otros partidarios del Rey. Las tropas realistas, desde las batallas de Rancagua a Maipú contaron con un altísimo porcentaje de chilenos, provenientes de Valdivia, Chiloé y Concepción. Negarlo es negar la historia.
Y la Junta de Gobierno del 18 de septiembre juró lealtad al Rey Fernando VIl cautivo de Napoleón, cosa diversa es que luego los hechos políticos se decantaran de forma inesperada.
Ya es tiempo de acallar con los mitos y rescatar la verdad histórica, los niños y jóvenes de Chile merecen textos de estudio más exactos.