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UDD en la Prensa

Macrozonas y Descentralización

 María José Herrera
María José Herrera Investigadora del Centro de Políticas Públicas
 
Luego de varios meses de espera, fue ingresado el proyecto de ley que busca reformar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), dentro de cuyos principales objetivos está reducir el componente político y ampliar la participación ciudadana. Si bien esto puede significar importantes avances para este sistema, cabe preguntarse si la creación de Direcciones Macrozonales, en reemplazo de las 16 Direcciones Regionales, es el mecanismo ideal si se considera que paralelamente el Gobierno apunta a la implementación de reformas de fortalecimiento de la regionalización que persigue una mayor descentralización de nuestro país.
En un período en el que se busca comenzar el camino hacia la descentralización de Chile, entregando una mayor autonomía para el mejor desarrollo de las regiones, la creación de tres Macrozonas para evaluar el impacto ambiental de los proyectos de inversión corre el riesgo de centralizar en lugar de descentralizar, al buscar que estas autoridades se especialicen y “adopten criterios uniformes para la evaluación y calificación” de los proyectos. Esto, debido a que las nuevas divisiones administrativas (Norte, Centro y Sur) abarcarían un gran espacio geográfico que, por las características propias de nuestro territorio, difieren mucho entre ellas no sólo en materia económica, social y cultural, sino también medioambiental.
Si Chile espera cumplir el compromiso del Acuerdo de París, en donde se propone que los países adherentes entreguen mayor participación a la sociedad civil y autoridades a nivel regional y local, quizás el camino ideal sería mantener las Direcciones Regionales, avanzando en una mayor especialización de éstas, ya que son las entidades técnicas que mejor conocen el espacio geográfico y ecosistemas de sus territorios. De esta forma, se podría seguir perfeccionando y fortaleciendo un sistema que pretende prevenir el deterioro del medioambiente, teniendo en consideración las especificidades de cada localidad y las comunidades que las habitan.
Si queremos avanzar hacia una descentralización que fomente el desarrollo de nuestras regiones, entregándoles mayores atribuciones y recursos, debemos hacerlo de manera transversal incluyendo la desconcentración de facultades, especialmente en este tipo de reformas. De otra manera, los aspirados cambios correrían el riesgo de quedar en el papel. Al mantener las Direcciones Regionales del SEA no sólo se estaría perfeccionando y aportando a la eficiencia de un sistema que busca proteger el medioambiente y los diversos ecosistemas, sino que también se estaría fomentando el desarrollo profesional y técnico de quienes hoy habitan esos lugares.