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UDD en la Prensa

Liderazgo funcional

 Daniel Fernández
Daniel Fernández Profesor Facultad de Ingeniería

Los liderazgos no son buenos ni malos, sino funcionales o disfuncionales al objetivo que se persigue. En el caso del ministro de Salud, su desafío es conducir un proceso que permita controlar la pandemia del covid-19. Dada la relevancia del objetivo, e independientemente de qué tan acertada es la estrategia —no poseo los conocimientos técnicos como para evaluarla—, las características de liderazgo del ministro Paris merecen un análisis.

La teoría evolutiva cultural, con sus distinciones de paradigmas, nos aporta luces sobre el modo de gestionar eficazmente la crisis. En esta disciplina definimos la cultura como una combinación de aceptaciones y rechazos por sistemas de paradigmas.

Bajo el paradigma Pertenencia (originario de las tribus), seguimos la sabiduría de nuestros colegas (los médicos y su tradición). En el paradigma Poder (feudalismo), busco el sometimiento de los demás a mis designios. Bajo el paradigma Orden (leyes, jerarquías) seguimos las reglas, sacrificándonos hoy por una recompensa futura. En el paradigma Logro (competencia, individualismo) busco mi éxito inmediato compitiendo o negociando con los demás. Bajo el paradigma Solidaridad (reactivo al Logro) nos debemos los unos a los otros en la convivencia.

Los paradigmas colectivos (“nosotros”) de Pertenencia, Orden y Solidaridad son funcionales al objetivo buscado en este caso: escuchar la sabiduría (tradición) de los pares, hacer respetar las reglas comunes y apoyarse colaborativamente; mientras que los paradigmas individuales (“yo”) son disfuncionales al objetivo buscado: perseguir el fortalecimiento individual y el éxito apoyados en paradigmas de Poder y Logro.

Paris exhibe un liderazgo empático pero asertivo, ponderado pero decidido, receptivo a aportes de otros, sin triunfalismo ni búsqueda de brillo personal, manteniendo como norte la salud de la población. Todos elementos propios de Pertenencia, Orden y Solidaridad. Deja de lado patrones de Poder y Logro individuales que buscan competir con otras realidades. Con ello genera confianza, un aspecto clave para potenciar su credibilidad en la población y conseguir sus objetivos. Su posicionamiento natural se fortalece cuando escucha —no necesariamente sigue— las recomendaciones de la mesa covid y del cuerpo médico que él mismo integra.

El ministro tiene ahora la oportunidad de articular un sistema de indicadores sanitarios objetivos que guíen un futuro desescalamiento seguro, sacando las decisiones del ámbito político clásico y manteniendo el foco donde debe estar: lograr cortar la cadena de contagios para dar una salida a la crisis.