La Innovashhhhh…
Nos aventuramos en un nuevo año y lo que para los chinos será el año de la serpiente, en Chile se decidió nombrarlo el año de la innovación. La innovación, ese término que escuchamos y vemos por todos lados, desde los discursos de gobiernos y universidades, hasta en la publicidad de aerolíneas y de detergentes caseros. El uso masivo de la palabra ha provocado paradójicamente una reacción de desconocimiento y una estigmatización por parte del público en general. Parece que es «algo» que hacen «algunos» y que sirve para «algo». Un reto mayor sería poder democratizar la innovación, no como término sino como filosofía de cambio. Debemos ser capaces de reconocer el potencial alrededor de nosotros de manera colectiva y no sólo en los centros o empresas especializadas. Fomentar una sociedad, sin miedo al cambio, a lo incierto, al fallo, al que dirán; capaz de romper mitos y tomar nuevas rutas. ¿Se puede? Recientemente una investigación descrita en un artículo de la reconocida revista científica Biology Letters* fue realizada por niños menores de 12 años desafiando completamente la institucionalidad científica. Sí se puede. Lamentablemente, muchos sienten que la frecuencia de uso de la palabra es directamente proporcional a su existencia y que, como receta mágica, entre más se diga más existe. Sin embargo, iremos en un mejor camino entre menos escuchemos la palabra y la sociedad pueda ver, reconocer, sentir y hacer estos cambios (que en su ámbito integral incluye la educación, la ciencia y la participación). Esto no será fácil, dado que habrá que golpear muchos egos como aquellos de los «expertos», y potencialmente nos encontraremos en situaciones en donde no podremos poner etiquetas ni nombres a las cosas. ¡Mejor! Me parece que ahí estaremos entrando conjuntamente en una zona de cambio real en donde las intenciones no serán parecerse a Silicon Valley (California) o a Silicon Wadi (Israel), sino definitivamente crear una visión de región que se base en su propio contexto y necesidades y en sus propias fortalezas culturales y sociales que, en conjunto con una ciencia apropiada pueda ser una propuesta al mundo.