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UDD en la Prensa

La gran tarea de formar a los médicos de hoy

 Marcela Castillo
Marcela Castillo Decana Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo

Ser estudiante de Medicina hoy es muy desafiante y diferente. Al aprender, los alumnos deben adquirir un nuevo lenguaje científico y médico, y estar preparados para un cambio enorme en la forma en que se enfrentan los problemas médicos, además de estar atentos a su evolución permanente, dado los avances científicos y tecnológicos que impactan en el diagnóstico y los tratamientos de las enfermedades. Todo esto en plazos tan cortos como podrían ser los siete años de duración de esta carrera.

El conocimiento, entiéndase la cantidad de información relevante en relación con una patología y sus tratamientos, lo pueden tener al alcance de la mano. En sus teléfonos tendrán guías clínicas internacionales actualizadas, pero, más que nunca, deben saber discriminar entre lo relevante y lo que no lo es, diferenciar entre las fuentes de información válidas y confiables y discriminar si lo propuesto aplica al paciente que están atendiendo. A esto se suma la transformación digital que, en salud, avanza a gran velocidad: ficha electrónica, cirugía robótica y telemedicina son solo algunos de los nuevos desafíos de nuestros estudiantes hoy.

Por esto, el modelo educativo curricular que se prepara para los alumnos incorpora la formación en competencias claves para el futuro como el trabajo en equipo y la autoformación, y otorga valor a lo interdisciplinar, a formar estudiantes globalizados con pensamiento crítico y el valor de la reflexión sobre el cuidado del ser humano, fortaleciendo hoy más que nunca los aspectos humanísticos en esta vocación de servicio.

En esencia la medicina se aprende en el contacto con los pacientes, un aprendizaje experiencial desde los primeros años y esto ocurre en los campos clínicos. Estos entornos clínicos que reciben a nuestros estudiantes para su formación son muy diversos, pueden ser hospitales, clínicas o centros de atención primaria de salud. En ellos los alumnos tendrán inicialmente que aprender todas las normas y protocolos de seguridad del lugar, como estar siempre identificados, y tendrán diferentes objetivos de aprendizaje según sea el año de la formación en que se encuentren.

Paso a paso

El currículum de nuestra Facultad de Medicina considera actividades progresivas. En primer año, los alumnos visitarán los lugares para fortalecer la vocación. Para los de segundo año, el desafío será entrevistar a un paciente por primera vez en todos sus aspectos biopsicosociales. En tercer año, el desafío será investigar los síntomas o signos del paciente en la búsqueda de su hipótesis diagnóstica. Ya, desde cuarto y quinto año, se recorre el camino con diversos pacientes, acompañado de un tutor. En este proceso surge la estrategia de la simulación como apoyo para entrenar competencias antes de enfrentar a un paciente real. “La primera vez” de una punción venosa se practica en un muñeco, muchas veces hasta ser competentes. Con esto se garantiza la calidad, la seguridad y los aspectos éticos de toda atención de salud.

Los últimos años de carrera, “el internado”, corresponden a una práctica profesional. El estudiante ya forma parte del equipo de salud, tiene roles y tareas, finalizando su formación de pregrado preparado para insertarse al mundo laboral.

Los tutores que hacen la docencia clínica son profesores de la facultad o funcionarios de los campos clínicos en convenios refrendados por los servicios de salud, en una relación de beneficio mutuo, que se traduce en más servicios para los pacientes y otras formas de retribución reguladas por el Ministerio de Salud.

La profesionalización de la docencia clínica es una exigencia actual para todos los tutores, rol que asume la universidad, para todos ellos.

En los campos clínicos es necesario contar con infraestructura adecuada para el rol docente. En nuestro caso, hemos construido módulos que además permiten otorgar una buena atención al paciente. Asimismo, la simulación como herramienta docente es clave. En el Hospital Padre Hurtado, tenemos un centro, cuyas instalaciones permiten no slo la formación de nuestros alumnos de pre y posgrado, sino también trabajar con el hospital en la formación de los equipos clínicos. Tareas complejas como la respuesta del equipo de salud en una emergencia con riesgo vital son desarrolladas y analizadas en profundidad en un ambiente seguro, lo que determina una atención de salud de calidad. Hoy la medicina nacional necesita más que nunca alumnos preocupados de su población y capaces de dar soluciones innovadoras. Los preparamos para ser muy buenas personas, no solo muy buenos médicos, para que sus trabajos realmente impacten.