La estrecha Concepción
Chile mide aproximadamente4.200 kilómetros de largo, con un ancho promedio de 270. Esta proporción genera que la manera de trasladarnos territorialmente en el país sea sintetizada en una línea de norte a sur en una “estrechez” entre cordillera y mar.
Esta proporción nos sugiere, casi de manera natural, que la forma más eficiente, segura y sustentable de trasladarnos interregionalmente por esta línea sería a través del tren.
El actual Gobierno ha anunciado el Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario teniendo por objetivo retomar el tren como sistema de movilidad estructural, tal como lo fue hasta la década del noventa, en que dejó de llegar a Puerto Montt. Sin duda, el avanzar en este plan de desarrollo no solo beneficiará la conexión interregional, sino también puede ser una oportunidad para potenciar la movilidad intercomunal.
Recientemente, se hizo una consulta ciudadana en el Gran Concepción, con una participación de más de 50.000 habitantes de las diferentes comunas. Cerca de un 70% está de acuerdo con implementar restricción vehicular para resolverla congestión que estamos viviendo cotidianamente.
Si bien esta medida podría ayudar en el corto plazo, no se aproxima a resolver el problema de fondo, al igual que otra serie de medidas que sitúen al automóvil como solución de un problema que el propio auto provoca.
Concepción, antes que ciudad, es un territorio definido por su geografía, la cual determina, en muchos de los casos, el cómo habitamos. Así como Chile es estrecho, entre cordillera y mar, Concepción también presenta “estrecheces” determinadas por la geografía que nos sugieren maneras de movilizarnos.
Cuando nos trasladamos hacia el centro de la ciudad, desde Hualqui y Chiguayante, debemos atravesar la estrechez entre el cerro y el río Biobío, lo propio desde Tomé y Penco, cruzando entre cerros, el río Andalién y humedales. Desde Coronel y Lota, el mar nos comprime también contra un cordón. Desde San Pedro de la Paz esta estrechez es artificial a través de los puentes que sortean el río.
Esta condición espacial dada por la geografía que nos caracteriza en los atraviese entre comunas y el cómo nos relacionamos a través de la movilidad nos permite solo cruces únicos y limitados, generando actualmente una congestión cotidiana, dando luces de que no se puede seguir pensando en el automóvil como “la” solución.
El Biotren pareciera ser una alternativa que se debe priorizar, y ser el modo de transporte más relevante en la ciudad, no como un medio único, sino que como parte de un sistema que articule las diversas escalas.
En la misma consulta ciudadana el 45% evaluaba con nota 6 07 el Biotren, mientras que un 10% le colocaba la misma nota a los buses o colectivos. A su vez, en la pregunta final, se pedía elegir dos servicios de transporte para tener o mejorar en su comuna, siendo el Biotren/tren o metro los que alcanzaron un 60% de preferencia.
Es un buen momento para cambiar la manera en cómo nos movemos y proyectar soluciones de fondo. Por una parte, se ha establecido un plan de Gobierno para potenciar el transporte ferroviario, por otra, la ciudadanía da cuenta de la relevancia del Biotren para Concepción, pero por sobretodo, nuestra geografía nos condiciona a pensar distinto, a movemos distinto, a priorizar otros modos de desplazamiento que no generen congestión, no contaminen y que nos garantice una mejor relación con nuestro estrecho territorio.