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UDD en la Prensa

La empresa como líder social

 Ángel Sevil
Ángel Sevil Profesor Investigador, Facultad de Economía y Negocios

La empresa es la institución que más aporta al crecimiento económico y prosperidad de una sociedad. Según datos recientes, en Chile el sector privado emplea a más del 68% de la fuerza laboral, mientras que en países como Estados Unidos es superior al 84%. 

Las empresas no solo generan empleo y satisfacen las necesidades y deseos de los consumidores, sino que también generan ingresos fiscales que permiten financiar servicios públicos y programas sociales. Sin embargo, el rol esperado de la empresa en la sociedad va más allá de contribuir únicamente dentro del espectro acotado al alcance de los bienes y servicios que provee. La empresa, como parte fundamental del tejido social, puede y debe tomar un papel más activo liderando el cambio de forma proactiva. Por su capacidad de acción e innovación, así como por su ubicuidad y alcance, la empresa tiene la gran oportunidad de desempeñar el rol de líder social.

El concepto de la empresa como líder social no es nuevo. Peter Drucker, reconocido como el padre de la gestión de empresas moderna, en su obra de 1954 “The practice of Management” ya ponía de relieve la importancia de las funciones no económicas de la empresa en la sociedad. Drucker entregaba dos conceptos fundamentales: el primero, la consideración que deben tener las empresas de todas las partes interesadas, más conocidas como “stakeholders”: desde trabajadores, clientes, proveedores, hasta comunidades y la propia naturaleza. El segundo, el concepto de la empresa como ciudadano corporativo responsable.

¿Cómo pueden entonces las empresas erigirse en líderes sociales? Representando las mejores cualidades esperadas en un ciudadano modelo. Por un lado, adoptando prácticas empresariales sostenibles en el largo plazo desde el punto de vista social y medioambiental, llegando a ser empresas regenerativas, esto es, que no sólo mitiguen los efectos negativos que puedan causar en la sociedad y en el medio ambiente, sino que generen un impacto positivo en su entorno, asumiendo un papel activo en la solución de problemas. Por otro lado, aquellas organizaciones que se comprometen a actuar de manera íntegra y transparente, respetando los principios éticos y cumpliendo con las regulaciones, se destacan como líderes sociales que promueven el bienestar y la equidad en la sociedad.

En resumen, la empresa como líder social debe mirar al resto de la sociedad como un ciudadano más, donde las personas y organizaciones dejen de tener únicamente un rol funcional (cliente, consumidor, proveedor, etc.), para pasar a ser objetivos de empatía. Al fomentar la equidad, adoptar prácticas sostenibles, tener en cuenta a todos los grupos de interés, actuar con ética y generar impacto positivo, las empresas contribuyen al desarrollo de una sociedad más equitativa, sostenible y próspera. El liderazgo social empresarial no solo genera beneficios para la comunidad, sino que también fortalece la reputación y el valor de las propias organizaciones. Es un camino que cada vez más empresas en Chile están eligiendo recorrer, demostrando que el éxito empresarial y el bienestar social no son objetivos opuestos, sino que pueden y deben ir de la mano.