La democratización de la innovación
La innovación se asocia muchas veces y de manera equivocada, a tecnología de punta, de altísimo costo e inaccesible para muchos. El concepto de innovación nunca ha implicado necesariamente inaccesibilidad.
Las grandes innovaciones han contribuido a hacer justamente lo contrario, entregar mejores soluciones cada vez más accesibles para muchas personas. Es por eso que la innovación ha sido la principal fuente del progreso social.
En el Año de la Innovación vale la pena reflexionar sobre el porqué del notorio esfuerzo del gobierno de fomentar y difundir de manera masiva este tema, sobre todo cuando históricamente ha sido un tema de nicho.
Existen muchas razones, pero me quiero concentrar en una: innovación frugal. Un ejemplo muy conocido es el de la incubadora de US$ 25 desarrollada en 2007 por alumnos de Stanford University. Esta incubadora se ha transformado en una gran solución para el problema de los niños prematuros en países como India, donde el acceso a una incubadora moderna es muy limitado. Estos estudiantes hicieron innovación para los más necesitados. La accesibilidad no vino sólo por el menor costo. Esta incubadora, llamada Embrace, tiene una serie de características que la hacen muy accesible, como por ejemplo no requiere de electricidad, es de bajo peso maniobrable y fácil de usar.
La innovación frugal es otra virtuosa intersección entre las necesidades sociales de progreso y la búsqueda de ganancia.
Además de apostar a desarrollar innovación altamente sofisticada para un segmento de altos ingresos, las empresas tienen la oportunidad de buscar nuevas soluciones accesibles de bajo costo a problemas que hoy son muy caros de resolver, alcanzando así a la base de la pirámide. Se genera así valor social y económico.
La clave está en el concepto de accesibilidad que no debe ser confundido con bajo precio.
Un ejemplo interesante fue la solución de los sobres para productos como champús o jabones. Esta innovación no hizo más barato el jabón, lo hizo más accesible. De hecho, es probable que el valor por litro comprado en el formato sobre sea significativamente más caro que al comprarlo en otro formato.
Para desarrollar soluciones accesibles y hacer innovación frugal, las empresas deben: abrirse a nuevos segmentos, conocer mejor a sus clientes y adaptar su cadena de valor para atender estas necesidades. En definitiva deben aceptar el reto de romper paradigmas y mirar oportunidades donde hasta ahora no las han visto.