La democratización de la excelencia
1 ¿Sorpresa?: En el ranking de los 30 mejores liceos municipales en el Simce, que se dio a conocer esta semana, 20 son liceos Bicentenario. Justo los liceos de excelencia que hoy equivocadamente están siendo dejados de lado por el propio ministerio. La sorpresa es más que nada por lo rápido que esto pasó. La mitad de esos liceos partió en 2011 y la otra mitad, en 2012. Y tres años después, los resultados están a la vista.
2.»Toma» y clonación: Una fecha que no voy a olvidar es el 28 de noviembre del 2002. Era alcalde de Santiago. Ese día, la municipalidad fue tomada por 300 alumnos del Instituto Nacional que se oponían a la firma de un convenio que suscribiríamos con el alcalde de Maipú para crear el primer colegio a imagen y semejanza del Instituto Nacional.
No imaginé que los institutanos no quisieran que su «receta» fuera «clonada» en un nuevo liceo que nacía en una comuna de donde provenían muchos de sus propios alumnos. Al final aceptaron, siempre y cuando el colegio nuevo no se llamara Instituto Nacional de Maipú. Instituto Nacional hay uno solo. Fue el modelo que seguimos después. Y el Liceo Nacional de Maipú está entre los mejores desde hace ya años.
3.Vía rápida: Sebastián Pinera lo incluyó desde el primer momento en su programa de gobierno. Institutos Nacionales en todo Chile. No solo en Santiago. La idea es que los jóvenes talentosos y esforzados, cuyas familias no pueden pagar un colegio particular, tengan también la posibilidad de una vía rápida a la movilidad social. Un colegio que, al igual que el Nacional o el liceo 1, los haga soñar con una buena PSU y con llegar a las mejores universidades del país. Y que ese sueño estuviera presente desde Arica a Punta Arenas. La verdadera democratización de la excelencia
4.Se la jugaron: Más de 120 municipios postularon en el primer llamado que hicimos a mediados del 2010. Seleccionamos los 30 mejores proyectos. En marzo del 2011 abrieron sus puertas. Cada familia tuvo que firmar un contrato-compromiso con el colegio, y cada alumno recibió un computador. La demanda fue tan alta, que al año siguiente subimos a 60 liceos. Hubo alcaldes que se la jugaron, como Manuel José Ossandón, que tomó la decisión de cerrar un colegio municipal semivacío, de 100 alumnos y malos resultados, asumiendo el costo político que eso significa, para utilizar la misma infraestructura en la creación de un liceo nuevo que partía desde cero. Se trata del Liceo Bicentenario San Pedro de Puente Alto que es hoy, de acuerdo al Simce, el mejor liceo municipal de Chile: 379 puntos en matemática. Les ganaron al Tabancura y al Grange.
5. Profesores dan la PSU: ¿Qué diría Jaime Gajardo si se obligara hoy a los profesores a dar la PSU? Parece una locura, pero el director de Educación de Temuco tomó una decisión audaz. Cuando llegó el momento de entrevistar a los profesores que postularon a hacer clases en el nuevo liceo, para sorpresa de todos ellos, les entregó un facsímil de la PSU, y les hizo dar la prueba ahí mismo. Hubo profesores que sacaron menos de 400 puntos y otros que obtuvieron más de 800.
Decidió contratar a los que tenían de 700 para arriba. Hoy, el Liceo Bicentenario de Temuco es el segundo mejor de Chile, superando por 20 puntos al Instituto Nacional en el Simce de segundo medio. Los buenos profesores sí hacen la diferencia.
6.Simce en zona mapuche: Fui escéptico de la creación del Liceo Bicentenario Indómito de Purén. En plena zona roja de La Araucanía, con niños mayoritariamente mapuches, de alta vulnerabilidad social. El día que partió estuvimos ahí con el Presidente Piñera. Conocí la historia de Elizabeth (está en YouTube), que camina dos horas diarias desde la localidad de Zamudio para llegar embarrada en el invierno al liceo. Pero un alcalde entusiasmado, una directora de excelencia y un equipo motivado hicieron la diferencia. Ver para creer. Esos niños sacaron más de 300 puntos y están entre los mejores 20 liceos de Chile. A los que siempre dudan y creen que el éxito de los Liceos Bicentenario está en que seleccionan a sus alumnos, les haría muy bien darse una vuelta por Purén.
7. Resistir el bullying: Y esto acaba de pasar. Uno de los «secretos» del éxito de estos liceos está en que no pierdan clases. La directora del Bicentenario Santa Teresa de Colina, que aparece en el top ten del Simce, nos cuenta que los profesores que están en paro van a funar y a hacer bullying a sus colegas que siguen haciendo clases sin perder ni un solo día. ¡Aguante directora! Esos niños y sus familias se lo van a agradecer en el futuro.
Una reflexión final: Sí se puede mejorar la calidad de la educación pública. Los resultados están a la vista. Y gastando menos del 2% de los recursos que este gobierno ha comprometido para educación en sus dos primeros proyectos. No solo es la vía rápida a la movilidad social. Es también la democratización y la regionalización de la excelencia. Ya no hay que venirse a Santiago para tener acceso a una educación pública, gratuita y de calidad.