La Alameda reinicia
En marzo pasado, la intendenta Metropolitana, Karla Rubilar, sorprendió con la detención del megaproyecto Nueva Alameda-Providencia. Algunos la acusaron de buscar empañar la gestión de su predecesor -seguro contrincante en la próxima elección de gobernadores-, Claudio Orrego. Pero lo cierto es que la decisión de la intendenta no fue política, vino desde el Ministerio de Transportes, debido a cambios en el contexto de la demanda que afectarían su rentabilidad social.
Ante los argumentos técnicos, y pese a la lluvia de criticas e injustos ataques personales, la intendenta se mantuvo estoica, bancándose un alto costo político bajo el argumento que, más allá de la voluntad para implementar grandes proyectos urbanos, en un contexto post Transantiago no se puede actuar irresponsablemente con los recursos para el transporte.
Lo que los críticos nunca imaginaron fue que, meses más tarde, la intendenta solicitó a la Corporación Ciudades la formación de una mesa técnica para revisar el proyecto, detectar las causas del supuesto fracaso y, en sus palabras, “rescatar lo que se pueda de una iniciativa que, si bien se publicitó muy en grande, no se ejecutó de la misma forma, con un sinnúmero de irregularidades que incluso fueron detectadas por Contraloría”.
Es así como un grupo de siete expertos en transporte y urbanismo, entre los cuales me tocó compartir junto al presidente del Colegio de Arquitectos, destacados académicos y representantes de organizaciones ciudadanas, apoyados por más de una veintena de autoridades y técnicos del gobierno regional, las secretarías ministeriales y los municipios, destacando la activa participación de los ediles y la intendenta, analizamos en detalle el proyecto y escuchamos a las partes involucradas, reconociendo que el problema de un proyecto de esta envergadura y complejidad es precisamente la falta de una gobernanza que pueda articular y destrabar los líos sectoriales, sobrepasar los límites comunales, coordinar agencias y, por sobre todo, garantizar legitimidad y financiamiento para su buen desarrollo.
El ejercicio de la mesa técnica logró que los incumbentes fueran escuchados, que los intereses comunes se priorizaran por sobre las posiciones personales, y que se avanzara en lo indispensable. El resultado se resume en 18 recomendaciones que pueden conocerse en www.corporacionciudades.cl, y donde la primera fue priorizar la ejecución del proyecto en el sector poniente, considerando el Nudo Pajaritos y Las Rejas-Exposición.
Los integrantes celebramos el reciente anuncio que en el Presupuesto de la Nación 2020 se haya incorporado la suma de dos mil millones de pesos para avanzar en la construcción del nudo vial Alameda-Pajaritos, de manera de disminuir con urgencia las brechas de inequidad urbana que presenta el eje en las comunas de Estación Central y Lo Prado.
Sin duda un pequeño pero auspicioso reinicio, destacando que existiendo voluntad política y diálogo podemos avanzar responsablemente hacia la construcción de una mejor ciudad.