Hay que armarse de estrategias
El informe presentado por el recién asumido superintendente de Educación, sobre las denuncias de violencia escolar, pone de relieve una problemática todavía existente en las escuelas de nuestro país, como lo son los hechos de violencia escolar. Algunos datos que se pueden destacar son que casi la mitad de las agresiones ocurren dentro de la misma sala de clases, y que en su mayoría tienen como víctima a las mujeres.
Estos resultados se suman a una importante serie de datos que hay en Chile sobre violencia en el contexto escolar. Por ejemplo, la Primera Encuesta Nacional de Polivictimización en población escolar chilena (2017) evidenció que 14,8% de niños, niñas y adolescentes ha sido víctima de violencia por parte de pares durante el último año. Como complemento a este dato, la IV Encuesta Nacional de Violencia en el Ambito Escolar (Envae 2014) mostró que 22,3% de los estudiantes señala haber sido agredido en el último año.
Todo lo anterior nos ayuda a tener una mejor configuración del problema, ya que no sólo se basa en las denuncias. No obstante, teniendo en cuenta que estos datos nos evidencian que hoy nos enfrentamos a hechos de agresión dentro de la misma sala de clases, lo que más necesitamos es poder armar a nuestros docentes de estrategias. Esto es particularmente relevante si tomamos los datos de la Envae de docentes a nivel país. Si bien un 94,7% dice conocer el reglamento de convivencia del colegio, un 86,8% al encargado de convivencia escolar, sólo un 31,9% señala que ha asistido alguna vez a algún programa de capacitación sobre la prevención y tratamiento de la violencia escolar.
Según lo anterior, hoy necesitamos entonces armar a nuestros docentes de estrategias de abordaje de prevención e intervención de violencia en la sala y en todo el colegio. Esto debería impactar en generar escuelas más inclusivas como también con una mejor calidad de la educación.
