Hacer Preguntas Acertadas
¿Por qué ocurre lo que ocurre en su empresa? Es la pregunta inicial que todo dueño debe hacerse al momento de querer comprender los contextos en que están sucediendo los cambios. A través de las empresas y organizaciones que hemos asesorado desde nuestra gestión en Proteus Management Consulting, observamos que siempre existe una razón de origen, que moviliza todo el resto y que sólo una mirada sistémica puede develar. A veces uno está jugando con las reglas de un partido que ya cambió, de un partido antiguo, y uno sigue insistiendo con inercia.
Así vemos que una organización puede estar completamente alineada pero jugando con reglas anteriores, que están en el origen del problema, y que poco tienen que ver con el compás actual del mercado, ni con el éxito que se busca.
En la medida que uno detecta ese origen, con las preguntas acertadas, puede generar un efecto imán en toda la organización para encaminarse en los nuevos desafíos de ésta. La clave es cómo buenas preguntas pueden desenredar la inercia con la que se mueve una organización, hacer las preguntas correctas y no seguir la común tendencia (propia de entornos altamente politizados), de partir por respuestas sacadas del «estante de soluciones esperando un problema».
Para hacer correctamente este ejercicio se requiere: incorporar miradas frescas -a menudo convocando a directores o consultores extemos; movilizar y aprovechar los conocimientos tácitos vía metodologías creativas, tales como talleres de rediseño estratégico y ejercicios de estímulo de la imaginación organizacional; crear espacios abiertos, incluyendo stakeholders extemos para repensar la propuesta de valor de la empresa; crear círculos de action learning con pares ejecutivos extemos para ir revisando en ambiente confidencial y constructivo los desafíos estratégicos de cada organización con enfoque inquisitivo guiado por expertos mentores que los ayuden a canalizar su know how productivamente.
Un buen comienzo entonces es hacerse las preguntas correctas y no temer a los cambios que pueden traer sus respuestas.
La clave es cómo buenas preguntas pueden desenredar la inercia con la que se mueve una organización.