Gran minería, mayores riesgos
El crecimiento que tendrá el sector minero con las inversiones anunciadas recientemente es indiscutido. Sin embargo, el impacto que este desarrollo tendrá a nivel social y ambiental es incierto, y si hay incertidumbre, es lógico que también existan riesgos.
Yvon Chouinard y otros autores publicaron en la revista Harvard Business Reviewun artículo titulado «The Big Idea: The Sustainable Economy», donde se aborda un punto crucial: el verdadero precio de las cosas.
El problema es simple, «es más barato comprar un producto que tiene un mayor impacto sobre su medioambiente, que el producto equivalente que hace menos daño».
Lamentablemente el costo que recibe el ecosistema en el lugar en que el producto fue elaborado no se traduce en un mayor precio. En el caso de la minería, la relación de esta industria con la sociedad y el medioambiente no es fácil.
Impactos asociados al consumo de agua en ecosistemas vulnerables, o el uso de energía basado en combustibles fósiles permiten pensar que el precio final de los metales no incluye los costos en los servicios que prestan tales ecosistemas al resto de la actividad nacional y que van más allá de los costos de mitigación, minimización o compensación.
Tal subvaloración se debe a que muchos de estos impactos han sido difíciles de evaluar con precisión para asignar a empresas individuales, manteniéndose fuera de la contabilidad. Todo lo anterior traerá tarde o temprano mayores conflictos sociales, como los que ya hemos visto. El impacto de la inversión proyectada difícilmente puede ser predicho, porque su materialización dependerá de otras variables que no son controladas por la industria, como la disponibilidad de energía y agua. Lo mismo a nivel de generación de pasivos.
Éstos se pueden estimar, pero el impacto producto de la operación diaria es difícil de predecir. En la medida que la industria no dé respuestas a estos impactos directos, los conflictos sociales serán mayores en comparación a los beneficios sociales que se generan por la mayor actividad económica dado que es indirecta.
Finalmente, un problema mayor. El auge de la minería conllevará a que la formación de profesionales esté dirigida hacia esta industria, desprotegiendo otras áreas de la economía que no son tan atractivas. El problema es que con el cierre y abandono de minas podríamos quedar con generaciones perdidas, incluyendo el hecho de que no se genere valor agregado a los productos.
Por lo tanto, el análisis de riesgo requiere una aproximación holística de la industria e interrelacionada entre los ejes económico, social y ambiental en donde la sustentabilidad del sector sea parte no sólo de decisiones de inversiones, sino también de la estrategia, actuando de forma proactiva y no tan sólo de forma reactiva.