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UDD en la Prensa

Fronteras de Chile

 Jorge Sanz J.
Jorge Sanz J. Académico de la Facultad de Gobierno

Por alguna razón, Chile no ha sabido establecer una zona de paz en su frontera norte. Nuestros vecinos, en particular Bolivia, nos llevaron a una guerra que ganamos y como vencedores tenemos el derecho, por los usos y costumbres asignados al derecho, de imponer las condiciones de paz.
Si revisamos los tratados, pareciera que perdimos, por la cantidad de concesiones otorgadas a los vencidos y, no obstante ello no podemos establecer las relaciones vecinales que el mundo nos exige. Bolivia posee todas las facilidades para acceder al mar: puede elegir puerto de salida Chile le construyó caminos un ferrocarril y le pagó en dinero parte de los gastos de la guerra.
Su Congreso aprobó el tratado de paz muchos años después del término de la guerra, por lo que es difícil pensar que el argumento de Evo Morales sea cierto: que firmaron bajo la presión y las armas Además, hubo sólo un voto en contra.
El presidente Humala, en tanto, habló del territorio en litigio refiriéndose aun diferendo en tierra, lo que supone un error del presidente peruano o un agravamiento del problema. La paz con Perú no es muy diferente en concesiones a la de Bolivia. Pareciera que el problema está en la línea que se ha seguido en nuestras relaciones exteriores. No se puede estar en paz con Dios y con el diablo, es fundamental salir a enfrentar estos «errores» e informarlos al mundo.
Por muchos años cedimos (en Laguna del Desierto, en Campos de Hielo, en la caseta de la frontera con Perú, que incluso la retiramos, y quizás sea ese espacio lo que reclama ahora Húmala). Afortunadamente, la política actual ha sido enfrentar, contestar e imponer nuestros derechos. Si es por Chile, no importa ser «pesados o intransigentes», ninguno de nosotros tiene la facultad de ceder nuestros derechos territoriales.
De la asamblea de la OEA recién terminada, sólo recordamos que fue en un gimnasio y que Bolivia reclamó «sus derechos» y será hasta la próxima asamblea en que de nuevo nos enfrentaremos a estos malos momentos que no respetan el derecho internacional. En el intertanto esperemos que la situación interna de Bolivia se calme para no enfrentar problemas limítrofes y que La Haya se forme opinión favorable respecto de nuestros fundamentos.