El endeudamiento: ¿una mala noticia?
Hace años que las marchas se han constituido en un instrumento efectivo para manifestar un malestar o levantar un problema público que requiere atención por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. Hemos sido testigos de distintos temas, como la educación -hoy pasando por su menor “rating”-, las AFP, la diversidad, la defensa de la vida, entre otros. Pero la que más me llama la atención es la última y poco exitosa marcha, en contra del endeudamiento.
Si bien el foco que se le quiso dar es el endeudamiento en educación, a mi juicio revela un tema más profundo y es que a la deuda como concepto se le da una connotación absoluta y tremendamente negativa. Sin duda, nadie en su sano juicio podría aseverar como un hecho positivo que exista una proporción de personas y familias que poseen un nivel de deuda mensual que a veces supera sus ingresos. Con esto, viene a mi memoria una conversación con un gran amigo argentino a quien le pregunté sobre cómo había comprado la casa que habitaba y que en ese momento me tocaba visitar en Buenos Aires. Su respuesta fue lapidaria: “Tuve que ahorrar durante muchos años y pedirle un préstamo a mi familia”. Y es que en muchos países no existe el acceso al crédito como lo tenemos en Chile.
Por ende, lo anterior más que ser visto como un pecado social, creo que es una buena noticia y un gran instrumento que, utilizado de buena manera, permite que las personas se desarrollen. No hay empresa, organización o país razonable en el mundo que no tenga un nivel de deuda como parte de su estructura financiera. La diferencia no radica en tener o no tener deuda, sino en el nivel de esta y el beneficio que uno pretende obtener con la inversión o gasto a realizar. Por esta razón creo que plantear por defecto que todo quien se endeuda para obtener una buena educación es una “víctima” del sistema, como si el resultado de estudiar no tuviese como consecuencia un beneficio personal, parece al menos un análisis acotado e imperfecto. Cabe recordar que actualmente quienes se endeudan para este fin lo hacen a una tasa de interés del 2% y su pago posterior al egreso no puede superar el 10% de lo que ganan.
En esto las claves del éxito de un buen endeudamiento son dos: la competencia del sistema financiero y una buena educación que permita a los individuos tomar buenas decisiones. Finalmente, varias de las decisiones de compra, en especial en el retail, son más bien fruto de una tentación más que de una necesidad.
