Emprendimiento y maratón
Entre una carrera de 100 metros planos o un maratón, creo que emprender se asemeja más a una maratón. Esto porque, si bien a veces el emprendedor debe correr muy rápido, su carrera es más bien de largo aliento y consigo mismo. El maratón es una carrera de espíritu, energía, fortaleza y resiliencia. Durante los 42 kilómetros hay momentos de todo tipo, donde dan ganas de detenerse y mirar el suelo bajar el ritmo y caminar un rato, o cuando de repente el aliento de la gente alrededor y una música de fondo te motivan a ir aún más rápido, dividir el tramo restante en pequeños objetivos y ver más factible la llegada a la meta.
Para emprender, así como también para correr un maratón, no sólo se necesita un corazón eficiente y oxígeno, también se requieren articulaciones estables (redes), músculos fuertes, rápidos, ágiles y flexibles (equipo, estrategia, modelo de negocio). Todo esto no se logra en la propia carrera sino a través de un entrenamiento, de experiencias anteriores, de fracasos, y de habilidades que se han adquirido en el camino.
Esta reflexión sobre emprendimiento y maratón se pone de manifiesto a través de distintas iniciativas creadas para impulsar la llegada a la meta de los «corredores». Ejemplo de esto son las hackathons, verdaderas maratones de programación computacional, en las que los participantes (hackers, pero de los buenos) transforman ideas en soluciones mediante procesos ininterrumpidos que van de 1 a 3 días, generalmente. Hoy, una hackathon es concebida como una metodología de innovación, y de crear valor rápida mente a partir de información disponible a través del desarrollo de nuevas aplicaciones que pueden ser con fines públicos, sociales, corporativos o de generación de nuevos start-ups.
En estas instancias, hay mucho aprendizaje, networking y, por sobre todo, resultados porque, en pocas horas, un participante puede tangibilizar su idea y sentirse más emprendedor que nunca, como cuando se supera la primera mitad de la maratón y se siente que de verdad se puede lograr.
En los últimos años, estas hackathons han proliferado en empresas tecnológicas como Facebook y Google, en instituciones como el Banco Mundial, en medios globales como Mashable, y a nivel de ciudades como Londres, Nueva York y Sidney, e incluso la NASA, a través de su concurso International Space Apps Challenge.
Con fines de creación de nuevos emprendimientos digitales, la hackathon más grande del mundo es AngelHack, que recientemente fue organizada por la Universidad del Desarrollo en Santiago (al mismo tiempo que en otros 31 países del mundo). La actividad fue todo un éxito ya que logró reunir a cerca de 300 participantes -con ideas de ámbitos muy diversos-, y la mayoría de ellos jóvenes, lo que tiene que ver con el impulso que se le está dando fundamentalmente desde las universidades a la enseñanza del emprendimiento.