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UDD en la Prensa

El rol de los privados en el emprendimiento

 Mike  Yorston
Mike Yorston Director ejecutivo UDD Ventures

Con la tasa de emprendimiento más alta del mundo según el ranking Doing Business y un porcentaje de personas activas que inician un nuevo negocio que casi triplica los niveles de OCDE (cerca del 25%) Chile es uno de los países más fértiles para emprender.
Durante la última década, el país ha construido un modelo híbrido de promoción del emprendimiento que consta de un rol subsidiario del Estado, especialmente a través de entidades como Corfo y Sercotec, y de una masa atomizada de privados empoderados que trabajan para entregar herramientas a quienes optan por este camino.
Los fondos concursables, que resuelven -al menos temporalmente- el problema de acceso a financiamiento, son una potente herramienta, pero no suficiente. En un contexto de incertidumbre, factor común en toda nueva empresa, aunque el emprendedor crea que la falta de recursos es el peor de sus males, no lo es.
Un emprendimiento exitoso nace de una buena ¡dea, se nutre de un equipo potente y se fortalece con un modelo de negocios sólido y una visión innovadora. De nada sirve el capital si no se cuenta con los conocimientos, redes y herramientas para poner esos recursos donde rendirán mejores frutos. Es el caso de muchos emprendedores, que bajan la cortina dos o tres años tras haberse adjudicado fondos concursables, porque no supieron sobrevivir al quedarse sin el aporte estatal.
En este escenario, el rol de los privados en especial de las aceleradoras e incubadoras de negocios, es fundamental pues estamos llamados a acompañar al emprendedor en un proceso que puede ser solitario. Nuestra obligación es aportar con los conocimientos y redes que hemos adquirido en nuestro propio camino de emprendimiento, del que probablemente hemos aprendido más lecciones de las que podemos contar.
Chile tiene grandes talentos, mentes e ideas, muchos de ellos dispuestos a solucionar problemáticas sociales y ser un aporte al desarrollo del país. Y como organizaciones debemos fomentarlo. Nuestra premisa es que las probabilidades de éxito del emprendedor aumentan significativamente cuando tiene un aliado. El propósito de las incubadoras y aceleradoras debe ser escudar al emprendedor de toda limitante de manera que los recursos (monetarios de capital humano, conocimientos, redes etc.) no lo limiten.
 

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