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UDD en la Prensa

El perfil del emprendedor feliz en Chile

 Katherina  Kuschel
Katherina Kuschel Investigadora Facultad Economía y Negocios

Un estudio de la Universidad del Desarrollo, en colaboración con Asociación de Emprendedores de Chile -Asech- y Mujeres Empresarias, llevado a cabo en Chile durante 2013-2014 comparó los niveles de felicidad entre diferentes grupos de trabajadores, y entre ellos, 207 emprendedores o empleados por cuenta propia.
La «felicidad» es un estado mental temporal y que varía según cada individuo. En ciencia se mide por la «escala de satisfacción con la vida» (Diener, Emmons Larsen, y Criffin: 1985). Se pidió a los participantes que valoraran ítems como: «si volviese a nacer, no cambiaría casi nada de mi vida», y «las condiciones de mi vida son excelentes», en escala de nivel de acuerdo.
El perfil del emprendedor más feliz se construyó en base al cuartil (25%) de los emprendedores con mayores niveles de felicidad. Principalmente son mujeres (56%) casadas, de 45 años y con dos hijos en promedio. Ellas poseen estudios universitarios, e incluso a nivel de magíster, y tienen ingresos familiares medios-altos. Además, son «emprendedoras establecidas», es decir, sus negocios llevan más de 3,5 años en marcha. Ellas reportaron altos niveles de recursos personales (alta satisfacción con la conciliación trabajo-familia, gestiona muy bien trabajo y familia, trabaja y desarrolla estrategias para conciliar, alta autoestima y es muy optimista). Asimismo, demuestran altos niveles de recursos laborales (perciben un clima laboral que promueve conciliación trabajo-familia, perciben apoyo de colegas, seguridad laboral, alta autonomía para realizar sus trabajos dónde y cómo quieran, y flexibilidad horaria). Por otra parte, reportan bajos niveles de demandas laborales (no se requiere de su presencia física para que el negocio funcione, y sienten que les alcanza el tiempo para realizar sus tareas laborales).
Por el contrario, el cuartil menos feliz correspondía a emprendedores hombres (56%), solteros o separados, 43 años en promedio, sin hijos, y en etapas tempranas del negocio (menos de 3,5 años de antigüedad del negocio) y con ganas de dejar dicha actividad. Además, reportaron bajos niveles de satisfacción trabajo-familia. Estos resultados sugieren que la felicidad de los emprendedores chilenos está estrechamente relacionada al equilibrio entre dos grandes proyectos vitales: un negocio y familia consolidados.