El Mundo de los Incentivos
Causó conmoción y acaparó gran parte de la temática de los medios la baja participación de la ciudadanía en las elecciones municipales. Se habla de una participación cercana al 40%, sin embargo ese número no dice nada, ya que no existe algún valor de referencia contra el cual contrastarlo.
De hecho, esta cifra nos ha desviado del tema relevante que es que el número total de votos válidamente emitidos es menor que el de las elecciones municipales pasadas (2008), en aproximadamente 900 mil.
No es de extrañar la caída en el número de votantes, debido a que en este sufragio cambió el marco de incentivos que genera el sistema de «Inscripción Automática y Voto Voluntario», incentivos que están absolutamente alineados con la baja en las votaciones.
Por una parte, la inscripción automática abrió una puerta de entrada a votantes nuevos, una puerta por la que pocos deseaban pasar, ya que incluyó una masa de personas que no manifestaban intención alguna en participar, por algo no se habían inscrito.
Por otra parte, el voto voluntario abrió una puerta de salida para aquellos que estaban obligados a votar, sin desear hacerlo. Luego, la conclusión es obvia parte de los antiguos votantes dejaron de votar, cifra que sobrepasó con creces a la de los que empezaron a hacerlo.
Lo preocupante de esta caída en la masa de votantes, es que muchas personas no sienten interés en participar de dicha instancia ciudadana. Así, los personeros elegidos y sus decisiones dejan de representar a una gran cantidad de la población.
Hoy en día resulta indispensable el cambiar esta tendencia, en especial ad portas de las elecciones presidenciales de 2013. Es necesario generar estrategias para aumentar el interés de los ciudadanos en participar de las instancias políticas y de gobierno. Y para ello clave es conocer ¿por qué cada vez menos personas desean participar de nuestro sistema político? Es necesario generar estrategias para aumentar el interés de ios ciudadanos en participar de las instancias políticas y de gobierno.