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UDD en la Prensa

Educación sin rumbo

 Carlos Smith C.
Carlos Smith C. Director de Ingeniería (E) en Administración

Qué pena ver cómo estamos destruyendo nuestro sistema educativo. Las políticas no tienen rumbo, no hay una planificación estratégica con una visión de largo plazo. Todo lo que hemos visto han sido una serie de decisiones inconexas que se caen a pedazos ante las críticas de los que realmente saben del tema. Mi impresión es que este gobierno está tomando decisiones bajo el fantasma del populismo. Ante los oídos menos instruidos y como un buen slogan, cumple ese objetivo. Las medidas suenan con un buen jingle que logra posicionarse en la mente de las personas. Sin embargo, cuando uno se sienta a pensar en las reales consecuencias, se generan una serie de dudas que demuestran que nada ha sido producto de un proceso de planificación estratégica de una política pública que merece un tratamiento del más alto nivel y seriedad. Hemos hecho reformas y no sabemos cómo las financiaremos, gritamos a los cuatro vientos que no queremos discriminación ni exclusión y la gratuidad es solo para unos pocos, alegamos contra la centralización y devolvemos la educación pública al Ministerio de Educación (en Santiago).
Nadie dudaría que gran parte de los males de la educación están en los incentivos. No hay incentivos para estudiar pedagogía ni educación parvularia, a no ser que sea un tema vocacional. Si bien alguien podría argumentar que todos lo hacen por vocación, muchos de ellos terminan trabajando en otros rubros.
Hoy, ser director de escuela, es cómo manejar un auto que aunque falle en diversos puntos, solo puedo arreglar alguno de ellos una vez al año. A la larga, el auto siempre va a fallar y nunca rendirá como queremos.
El sistema actual de evaluación docente lo único que ha conseguido es fomentar el emprendimiento. Hoy existen pymes que se dedican a diseñary realizar portafolios de los evaluados. Junto a esto, se realiza una grabación de la clase, la cual se avisa el día que esto se llevará a cabo. Yo también hago clases y el día que me vayan a grabar (avisado) les aseguro que verán mi mejor clase donde nadie se aburrirá, todos participarán y solo podría empañar mi desempeño los nervios que provocan las cámaras.
No creo que sea necesario seguir dando ejemplos que todos conocen hace muchos años, pero que hasta ahora nadie habla de esto que en esencia es fundamental para mejorar la calidad de la educación que es lo que realmente nos interesa, ¿o no?