Del fracaso al orgullo
A casi 20 años de la traumática puesta en marcha del plan de transportes Transantiago, hoy podemos decir con orgullo que Santiago cuenta con uno de los sistemas de transporte más sustentables y cuya calidad de servicio ha mejorado significativamente. Luego de una se rie de reformas, ajustes institucionales y subsi dios, el reconocimiento a Metro como piedra angular del sistema y una nueva estructura de con tratos y gestión, contamos con una robusta “Red Metropolitana de Transportes de Santiago.”
Si bien todavía hay muchas oportunidades de mejora, desde la creación de “Red” el 2019 debemos destacar el compromiso de los últimos gobiernos por entender el desafío del transporte urbano como una política de Estado, en especial cuando se trata de los buses, que son el medio de transporte más usado por las personas de menores recursos.
En este contexto cobra valor el “1er Informe de Electromovilidad del Sistema de Transporte Público Metropolitano” presentado el miércoles pasado por el Directorio de Transporte Público Metropolitano DTPM, disponible en www.dtpm.clelectromovilidad/, y que rinde Cuenta de la implementación de la electromovilidad en el sistema, junto con sus impactos ambientales, económicos y sociales.
Entre los logros más destacables, está el hecho que al 2024 el 38% de la flota de Red es eléctrica, y que el próximo año aumentará a un 68%, adelantando en más de 10 años los compromisos dela Estrategia Nacional de Electromovilidad, que apunta a que en 2040 el 100% del transporte público urbano sea cero emisiones. Esto nos instala como la tercera ciudad en el mundo en transporte público cero emisiones, y el segundo país después de China.
En un mundo en que potencias como EE.UU. están cuestionando los compromisos globales para reducción de emisiones, es destacable que Chile persevere, e incluso adelante sus metas. Pero lejos lo más valioso dela electromovilidad en nuestro sistema está en la calidad de servicio para los usuarios y trabajadores, así como en la calidad de vida de toda la ciudad.
El informe revela una reducción de un 44% de la contaminación acústica en la Alameda, y que un 70% de los vecinos a ejes troncales y un 80% delos vecinos de electroterminales se han visto beneficiados con la baja en ruido. Más aún, un 89% de los vecinos consideran que la electromovilidad ha aportado una sensación de modernidad, limpieza e innovación a sus barrios. En cuanto a los usuarios, buses más silenciosos, cómodos, con aire acondicionado y cargadores USB han mejorado el confort y experiencia de viaje, aumentando la sensación de seguridad. Esto también ha beneficiado a los conductores, que manifiestan un 65% menos de fatiga y 75% mejor trato de parte de los pasajeros. Tema no menor, ya que ha permitido la implementación del plan “Mujeres conductoras”, que desde el 2022 ha beneficiado a más de 223 mujeres, que hoy manejan 1 de cada 10 buses de la red.
Todos estos méritos llevan a que hoy los usuarios califiquen al sistema con nota 5,5. El orgullo entonces radica no sólo en tener más buses eléctricos, sino en dignificar la experiencia urbana de quienes más lo necesitan, avanzando hacia una mejor sociedad.