Dedicación exclusiva de parlamentarios
Felipe Guevara no ha sido preciso en su réplica. Nunca he defendido la actividad comercial de los parlamentarios fuera de su actuación legislativa. Lo que propongo es dedicación suficiente de los parlamentarios a sus actividades legislativas, medida por estándares objetivos de asistencia y resultados. Hablo de dedicación suficiente y no exclusiva porque esta última, sin esos estándares, no impide que los parlamentarios dormiten en los laureles. La dedicación suficiente en cambio, sí lo hace, y a la vez tiene la ventaja de no desincentivar la participación futura de profesionales de prestigio -abogados, médicos, ingenieros, etc.- a los que sería absurdo exigir la desvinculación absoluta de sus oficios. Ese es el centro de la cuestión.
Si los parlamentarios pueden o no participar en sociedades comerciales, sociedades de inversión etc., pienso que si se garantiza la dedicación suficiente, es poco razonable prohibir dicha actividad a condición de que sea incidental que exista total transparencia a su respecto, que no se produzcan ni se hayan producido conflictos de intereses y que un comité de ética con potestades sancionatorias efectivas vele por la probidad en ese punto. Para estas reformas mejor que el signo pare, es el pie firme en el acelerador.