Cumple un año en el poder el presidente libertario que encandila al mundo
Por estos días se está cumpliendo un año de la toma del poder de Javier Milei, el primer presidente “liberal libertario del mundo”.
Milei, un economista profesional que nunca fue estatista, pero que en los últimos 10 años comenzó a leer extensivamente a los autores de la llamada “escuela austriaca”, saltó a la fama por sus encendidos discursos mediáticos contra la “Basura General” (nombre con el que apodaba a la obra magna de John Maynard Keynes, la “Teoría General…”) y por su desfachatez para debatir con cualquiera que opinara que los problemas de Argentina se resolvían con una mayor, o una mejor, intervención del Estado.
Tras el éxito rotundo que tenía en los estudios de televisión, comenzó una carrera política igual de vertiginosa. En 2021 se convirtió en diputado nacional y, hace pocos días, fue portada nada menos que de The Economist. La fascinación con Milei no es solo argentina.
¿Qué hay detrás de este encandilamiento? En primer lugar, un economista radicalmente pro mercado, que dice sin pelos en la lengua lo mucho que detesta al Estado y lo poco que los ciudadanos deberían esperar de él, incluso en áreas donde su rol parece indiscutible. Por otro lado, un líder pragmático, que a los problemas argentinos los atacó utilizando un manual ortodoxo que ya está dando resultados.
A un año de gobierno, la inflación bajó sustancialmente, del 25% mensual de diciembre de 2023 a la zona del 3% mensual este diciembre. Otro indicador que ha mejorado ha sido el índice de Riesgo País. El último día de noviembre del año pasado la deuda argentina pagaba 2.000 puntos básicos más que el bono del tesoro americano. Hoy en día, el spread es de solo 750 puntos básicos. El corolario de este hundimiento del riesgo país ha sido un monumental aumento de la bolsa de valores y una fuerte caída del tipo de cambio en el mercado paralelo, cuando se lo mide en términos reales.
Por si esto fuera poco, la brecha cambiaria (es decir, la diferencia entre el dólar en el mercado paralelo y el dólar en el controlado mercado oficial), pasó de 150% a menos de 10%.
Si miramos la economía real, el Producto Bruto Interno caerá entre 2,5% y 3,0% este año, pero con un primer semestre muy malo seguido de una recuperación en el segundo. Este comportamiento de la producción es propio de cuando se abandonan los regímenes populistas, por lo que la caída no puede adjudicarse al Presidente Milei, sino a desequilibrios previos que enfrentaba la economía argentina. El FMI espera que Argentina crezca 5% el año próximo.
¿Cómo se consiguió todo esto? Con un programa de austeridad pública y liberalización privada.
Frente a la inflación desbocada, la prioridad número uno del gobierno fue equilibrar las cuentas públicas, cosa que consiguió en tiempo récord y mantuvo todos estos meses. El ajuste fiscal no solo fue de una magnitud importante (5 puntos del PIB), sino que se consiguió combatiendo proyectos legislativos que iban en el sentido contrario. Todo esto ayudó a que los mercados se convencieran de que “Milei iba en serio”.
Esto no fue todo. Para reactivar a la economía, el gobierno desmanteló una parafernalia de controles de precios y lanzó un Ministerio de Desregulación, que día tras día anuncia áreas donde el gobierno deja de entorpecer la actividad privada.
Austeridad pública y liberalización privada, un combo que ha mejorado significativamente la confianza de los mercados financieros en Argentina, que ha reducido la inflación y que está contribuyendo a que, tras un cimbronazo inicial, la actividad económica comience a recuperarse.
Hay cosas del “estilo Milei”, y del grupo de fans que tiene, que desde aquí vemos con preocupación. Pero, en materia económica, solo queda felicitarlo. El encandilamiento global está más que justificado.