Cuidar lo Bueno
Cerca de 90.000 organizaciones sin fines de lucro (OSFL) forman parte del tejido social de Chile. En conjunto representan, según cifras entregadas por Chile Transparente, el 1,5% del PIB y emplean remunerada y voluntariamente a unas 300.000 personas. Participan en prácticamente todos los sectores de la sociedad; como salud, educación, sindicatos, comunas, protección social, cultura, deportes, sólo por nombrar algunos. A través de ellas, las grandes empresas y corporaciones realizan la mayoría de las acciones de responsabilidad social y generan en torno suyo un círculo virtuoso que contagia a las nuevas generaciones.
En este contexto, la necesidad de transparencia y de rendir cuentas públicamente sobre su conducción y el manejo de sus activos es esencial. Quienes confiamos a estas instituciones la creación de nuevas oportunidades para quienes más lo necesitan, también esperamos una prueba de la blancura que nos garantice que se están movilizando realmente por sus usuarios.
Entonces, ¿cómo y por quiénes están siendo dirigidas? En épocas donde las confianzas institucionales se han vuelto más frágiles, las organizaciones sociales, que se financian principalmente por aportes del Estado y donaciones de empresas y particulares, deberían ser las más rigurosas en instalar las mejores prácticas de gobierno corporativo.
Según el último diagnóstico entregado por Chile Transparente, queda mucho por avanzar en buenas prácticas en las OSFL. Por ejemplo: separar directorio y gerencia, contar con auditorías externas y aprovechar sus canales de comunicación (páginas web) para transparentar información y rendir cuentas a sus grupos de interés.
Aplicar el Governance a las OSFL y hacerse cargo de sus particularidades, aparece como un nuevo reto en el cual la academia empieza a dar importantes pasos con el Primer Programa de Gobierno Corporativo para este tipo de organizaciones, que dictará este mes el Centro de Familias Empresarias & Gobierno Corporativo de la Universidad del Desarrollo. Comprender que no basta una buena causa para conformar una OSFL prodigiosa y que la confiabilidad es un capital que debe resguardarse con las mejores prácticas, es la forma de asegurar el indiscutible valor social de estas organizaciones que son parte de la identidad solidaria que tanto nos enorgullece.