Cuenta pública 2024: El inicio del ciclo electoral
El sábado pasado fue la tercera cuenta pública del Presidente Gabriel Boric Font. Un acto que está establecido en la Constitución Política de la República y cuyo objetivo fundamental es obligar al mandatario a hacer un balance de la gestión de su gobierno a la fecha, pero al mismo tiempo se ha transformado en la posibilidad de poder realizar anuncios de políticas públicas que se implementarán en los próximos meses. Y es esta parte la que más llama la atención de los analistas y la ciudadanía, porque da señales sobre como el presidente y su gobierno tomarán el timón de la gestión los meses que vienen. En definitiva, qué dirección le imprimirán al trabajo y la discusión legislativa.
Esta última cuenta tenía una particularidad. Era probablemente la última que tendría anuncios susceptibles de materializar. La próxima cuenta pública será a solo unos meses de la elección del sucesor del Presidente Boric, y de gran parte del Congreso Nacional y obviamente quedará condicionada a los meses electorales que estarán muy cerca.
Los días previos al sábado fue mucho lo que se especuló sobre justamente la dirección de estos anuncios. En general, había coincidencia en que el Presidente de la República tenía dos posibilidades sobre lo que nos iba a decir. Primero apostar por “los posibles”, es decir, anuncios que sean técnica y políticamente realizables y que, además, sean de aquellas urgencias o prioridades ciudadanas. De esta forma, puede responder demandas de la población y al mismo tiempo tener más posibilidades de llegar a puerto con sus soluciones. El segundo camino era asumir que estamos cerca de un período electoral relevante. El país elegirá en octubre 346 alcaldes, 16 Gobernadores regionales y más de 2000 concejales. Y, por lo tanto, podía tomar el camino de anunciar “los imposibles”, es decir, medidas más alejadas de las urgencias ciudadanas pero que representen las aspiraciones de un sector electoralmente útil para asegurar un mínimo razonable en octubre próximo, y, de esta forma, tener un mejor resultado electoral. Los conocidos ofertones electorales.
Gabriel Boric sabe perfectamente que en su electorado existe una profunda decepción con el rumbo que ha tenido este gobierno. Ninguna de las ofertas de cambios refundacionales que ofrecía su programa de gobierno ha logrado materializarse. No hubo cambio constitucional, no hubo reforma tributaria, no hubo caída de la ISAPRES, se aprobó el TTP11, ¡se pactó con SQM para aprovechar las inmensas riquezas de litio del país! Pese a lo anterior, los votantes del presidente han sido leales. Independiente de estos fracasos se han mantenido a su lado, y siguen apoyándolo, aunque él, cada cierto tiempo, entregue señales que les duelen profundamente, como es por ejemplo renegar de símbolos como «el perro matapaco» u otros.
Es por eso que el sábado pasado les devolvió ese afecto. En una cuenta pública, igual de larga que las anteriores, en casi tres horas ofreció una serie de guiños que buscan tensar la relación con el centro, y la centro derecha. Una serie de guiños que es muy probable que no sean suficientemente correctos como para llegar a puerto final, pero que ad-portas de una elección municipal, y con mucho en juego sirven al gobierno no solo para cambiar la agenda de discusión, sino que para polarizarla y despertar a un sector que no estaba encontrando motivos para movilizarse. El aborto se ha vuelto a tomar la agenda, y en un segundo nivel aparecen las medidas para reactivar una dañada economía o aquellas para combatir la delincuencia y dar más seguridad a las personas. Punto ganado para el gobierno.
La izquierda, pero particularmente el Presidente Boric, entienden la importancia de los próximos meses y el impacto que podría tener la elección de octubre. La continuidad del proyecto del actual gobierno estará condicionado a ese resultado. Es por eso que a contar del sábado el Presidente nos notificó que la carrera electoral comenzó y que está dispuesto a ser el jefe de dicha campaña.