¿Cuánto Vale mi Emprendimiento?
Un emprendimiento exitoso se enfrentará a esta pregunta mucho antes que una eventual venta de la empresa o una apertura en bolsa. Esto porque requerirá financiar su crecimiento y si un tercero es quien aporta el capital, hay que valorizar la empresa para determinar qué porcentaje obtiene a cambio de su aporte. Como muchas preguntas en la vida, la del título de esta columna no tiene una sola respuesta. Partamos con la definición tradicional: una empresa vale la suma de sus utilidades futuras, descontadas a una tasa de interés que refleje su riesgo. Para empresas que tienen un buen historial de flujos predecibles, se usan métodos testeados como flujos de caja descontados o múltiplos de EBITDA o ventas. Pero una start-up rara vez tiene flujos predecibles, muchas aún no logran utilidades y otras ni siquiera han empezado a vender.
Entonces, ¿estos emprendimientos no tienen valor? Al contrario, hay un sinnúmero de ejemplos de start-ups exitosas con poco o nulo historial financiero que los avale. Al momento de su IPO, Facebook logró una valorización de 80 veces sus utilidades anuales. Instagram fue comprada por Facebook en US$ 1.000 millones cuando tenía solo 13 empleados y ni siquiera había empezado a facturar.
¿Cuál es el análisis de los inversionistas/compradores en estos casos? Para Facebook la expectativa es que mantenga tasas de crecimiento estratosféricas a través de más usuarios y nuevas líneas de negocios que puedan ser efectivamente monetizadas. En un caso como Instagram, su compra tuvo un valor más estratégico para Facebook, que veía con preocupación que podía transformarse en una seria amenaza en el futuro.
Este último caso ilustra lo que es al final la mejor respuesta a la pregunta original: un emprendimiento vale lo que alguien esté dispuesto a pagar por él. En Chile tienden a primar criterios tradicionales al valorizar empresas. Por lo tanto, es recomendable que los emprendedores busquen afuera casos de comparación para defender el valor de sus proyectos.