Hero Image

UDD en la Prensa

Construyamos con criterios de calidad

 Pablo Allard Serrano
Pablo Allard Serrano Facultad de Arquitectura y Arte

El 21 de agosto fue anunciada la licitación pública denominada «Diseño Reposición 1°, 2°, 3° y 4° Juzgados de Familia de Santiago». En ella, desgraciadamente para la ciudad, se dan señales equívocas respecto de la manera en que concibe la conformación de los espacios y edificios públicos y la jerarquía que estos han de tener como parte del legado cultural que el país entrega.
Esta se concibe como una licitación en la cual los criterios prioritarios no están puestos en la calidad de los proyectos arquitectónicos y en el impacto que esto pueda tener en su situación. El caso llama especialmente la atención por su incoherencia, ya que los 28.000 m2 de los nuevos Juzgados de Familia estarán emplazados en la misma manzana donde se ubica el monumento histórico Palacio Pereira, el cual luego de muchos esfuerzos se encuentra en pleno proceso de recuperación por parte del mismo Estado.
Lamentablemente, no se trata de un caso aislado. Lo mismo ha ocurrido en llamados recientes, como la licitación para el nuevo Edificio Consistorial de La Serena, el cual se ubica en una manzana completa de una de las principales zonas patrimoniales del país.
Claramente, en este proyecto el factor del bien común que supone construir una ciudad de calidad tampoco parece haber sido un factor determinante, ya que los criterios de evaluación de las propuestas consideran solo variables económicas o ele experiencia medida en superficie construida.
Casos corno estos resultan especialmente contradictorios si consideramos que, recientemente, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes ha impulsado una modificación al Decreto Ne 250, que regula la Ley de Compras Públicas, logrando incluir en su nuevo artículo 107 bis un procedimiento para la selección de las propuestas de arquitectura que busquen promover la calidad de las soluciones arquitectónicas y la transparencia del proceso. Todo esto, con la clara intención de mejorar la calidad ambiental en la ciudad, su espacio público y el resguardo patrimonial mediante la construcción de infraestructura pública.
Creemos que seguir construyendo ciudad sin incorporar criterios de calidad constituye un despropósito y una forma de abandono hacia la ciudadanía, que es en definitiva la que resiente estas decisiones en su vida diaria. Esperamos que estos criterios estrechos sean subsanados con decisión en procesos futuros, haciendo primar la coherencia y usando las herramientas que el mismo Estado ha desarrollado para generar calidad urbana y construir con orgullo el patrimonio futuro de Chile.