Compromiso de jóvenes
Pareciera que en los últimos años nos estamos acostumbrando a que cada vez que vemos un grupo de universitarios reunidos es por algún tipo de protesta. Muchas veces terminando en destrucción y daños a bienes particulares y públicos.
A veces pareciera que en los jóvenes la consigna de poseer derechos y no tener ningún deber ha derrotado al valor de la responsabilidad y el compromiso por los valores cívicos. En ocasiones pareciera que nuestros jóvenes prefieren destruir más que construir. Por suerte es sólo «pareciera».
Durante las últimas semanas, y aprovechando el periodo de vacaciones de invierno he tenido la posibilidad de recorrer distintas zonas del país donde alumnos de la Universidad del Desarrollo se encuentran en Misiones y Trabajos Voluntarios.
En la Región del Bío Bío, más de 120 estudiantes se encuentran en la comuna de Coihueco. Allí construirán 10 viviendas para familias que no poseen un techo donde vivir, desarrollarán diferentes talleres para la comunidad, y además realizarán atenciones médicas en los consultorios, las que abarcarán diferentes especialidades médicas.
Ellos se suman a cientos de jóvenes de distintas casas de estudios, que se encuentran en diferentes sectores de Chile y destinan parte importante de su descanso a soñar con un país mejor y a construirlo en aquellas localidades que necesitan ayuda.
En estos 10 días de voluntariado, ellos viven un ambiente distinto al habitual, con un entorno muchas veces no muy privilegiado pero que les da los distintos matices que ayudan a comprender de una manera palpable la realidad que aún viven miles de familias de escasos recursos de nuestro país, y les muestra de esta manera el privilegio que tienen de estudiar en una institución de educación superior.
Estos jóvenes no son portadas de diarios donde destacan a aquellos que destruyen. Estos alumnos no llenan los noticiarios por andar en las calles portando pancartas ni lanzando bombas Molotov. Estos estudiantes tienen sentido de responsabilidad, saben que tienen derechos pero también deberes y aman profundamente a su país, y lo hacen con tanta pasión que desde su trabajo silencioso aportan mucho más al país justo y desarrollado con el cual soñamos.
Cuando soñamos hace 23 años crear una universidad que aportara al país con profesionales que amaran profundamente a su patria, jamás pensamos que ese objetivo se lograría tan rápido.
Hoy son miles los egresados que vivieron la misma experiencia de servir en Trabajos Voluntarios o Misiones, y estoy convencido que en el lugar que estén, siempre estarán pensando, de manera silenciosa, en cómo mejorar el país. Son miles los egresados que vivieron la misma experiencia de servir en Trabajos Voluntarios o Misiones. Sé que en el lugar que estén, siempre estarán pensando en cómo mejorar el país.