¿Cómo reaccionar al neoproteccionismo?
Un principio económico básico que ha logrado instalarse en forma transversal es el de que la integración comercial con el resto del mundo es el mejor camino para potenciar el crecimiento económico. En Chile, este proceso se inició durante el gobierno militar hace casi cincuenta años, con muchos cuestionamientos al comienzo, pero el paso del tiempo y los malos resultados que se observaban en países que optaron por el modelo de sustitución de importaciones permitieron consolidar este cambio de estrategia. No es fruto de la casualidad que los gobiernos de la Concertación profundizaron y consolidaron esta integración comercial suscribiendo acuerdos de libre comercio con los países y bloques más relevantes.
A nivel mundial, los vientos soplaron en la misma dirección durante las últimas décadas, y es así como el proceso de globalización de los mercados hizo posible una reconfiguración (deslocalización) de las cadenas de valor que, junto con aumentar fuertemente los flujos de comercio internacional, benefició a los consumidores al permitirles acceder a mejores productos y a menores precios. Lamentablemente, la presión ejercida por los sectores “perdedores” en este proceso, sumada a los conflictos geopolíticos entre las principales potencias, han sembrado las condiciones para introducir prácticas proteccionistas. Estas se están haciendo notar cada vez con mayor fuerza en los distintos bloques, y en el caso de Estados Unidos, tanto Trump como Harris tienen este tema en la agenda. Si a eso se agregan las leyes promulgadas por la administración Biden con la etiqueta de reducir la inflación (IRA) y de promover una transformación productiva para abordar de mejor forma los efectos del cambio climático (Chips Act), lo que hay detrás es una nueva forma de proteccionismo.
¿Debe Chile transitar por el mismo camino? En absoluto. Una economía pequeña como la chilena debe incluso redoblar esfuerzos por profundizar su integración comercial a través de la suscripción de nuevos tratados y renovando los actuales. Paradojalmente, es el tratado firmado con Estados Unidos el que nos va a permitir obviar las restricciones que está imponiendo la nueva legislación norteamericana. ¿Y qué hacer en caso de dumping? En la medida que se trate de subsidios transitorios aplicados por terceros países, hay argumentos técnicos para fundamentar una sobretasa temporal. Pero para esto se requiere una institucionalidad independiente y autónoma. La Comisión Antidistorsiones que opera en Chile carece de esa solidez institucional. ¿Cómo se explica que este organismo haya resuelto poner término a la investigación sobre presunto dumping chino a productos de acero por carecer de los estándares de prueba suficientes, en circunstancias de que en una primera etapa, cuando aún no se anunciaba el cierre definitivo de Huachipato, se estableció una sobretasa temporal haciendo uso aparentemente de los mismos antecedentes? Introducir mayor transparencia en estos procesos es fundamental para dotarlos de legitimidad.