Hero Image

UDD en la Prensa

Cambio de tono

 Fernanda García
Fernanda García Subdirectora Ejecutiva y Directora del Programa de Pregrado Faro

Si bien con diferencias y matices, los análisis tienden a coincidir en que, a nivel general, estas elecciones mostraron un deterioro generalizado de las fuerzas del oficialismo. El Frente Amplio, el PC, el socialismo democrático y el PDC en conjunto, disminuyeron tanto en representación como en porcentaje de votos, en cada uno de los cuatro niveles electorales (gobernadores, CORES, alcaldes, y concejales).

¿Estamos frente al retroceso del programa progresista en Chile? La respuesta a esta pregunta es en parte afirmativa, al menos en lo que se refiere a las principales preocupaciones de los chilenos hoy. A estas alturas, resulta innegable que los problemas de seguridad, inmigración y estancamiento económico, protagonistas absolutos del debate público, han relegado a un distante segundo plano a las temáticas propias del ideario progresista (medio ambiente, minorías, igualdad).

Pero atención. Junto con mostrar un retroceso oficialista, las elecciones también presentan casos que escapan de la norma, como el apabullante triunfo del alcalde Vodanovic en Maipú. Esta aparente contradicción no es trivial y debe ser seguida con atención. ¿Qué es lo que en realidad ha perdido popularidad entre los chilenos? ¿Qué permite a Vodanovic o a Ripamonti escapar del sino de sus socios políticos?

Sin duda, ambos alcaldes son carismáticos, y reciben reconocimiento por sus gestiones locales. Pero un análisis más detenido permite advertir que en ambos también concurre un evidente y deliberado distanciamiento de la retórica divisiva que ha caracterizado a su sector en la última década, especialmente desde octubre de 2019. El tono desafiante, la descalificación del adversario, la superioridad moral que desdeña la política tradicional, la grandilocuencia de proyectos refundacionales, y en fin, la letanía del odio de clases y del rechazo del crecimiento está silenciada en Vodanovic y Ripamonti (aunque solo el tiempo dirá si ausente).

La gente, entones, parece cansada de este tipo de relatos, que les parecen soberbios, trasnochados, y tras dos procesos constituyentes fallidos y un país paralizado, francamente mentirosos. Hastiada de la confrontación, la ciudadanía parece resistir cada vez más el tono duro o que percibe como prepotente, y eso quizás explique también en parte lo ocurrido en Las Condes con Marcela Cubillos. Así las cosas, el cambio de tono de la ciudadanía es bastante notorio, y pareciera que ese cambio es también el que espera ver en sus autoridades y representantes. Para tomar nota.