Autoridad metropolitana
Santiago ya tiene su primer gobernador metropolitano democráticamente elegido. Si bien los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta evidenciaron las pocas atribuciones y recursos con que contará, el fragor de la campaña y el simbolismo del cargo dan cuenta del pesc político que tendrá esta nueva autoridad.
A diferencia del delegado presidencial, o los secretarios regionales ministeriales nombrados por el gobierno de turno, que sí tendrán recursos y capacidad ejecutiva para implementar pla
nes y proyectos, la nueva autoridad metropolitana contará con una legitimidad -avalada en los votos-, que no pasará desapercibida, y que obligará al Ejecutivo a escuchar, negociar y colaborar en tareas que serán críticas para la Región Metropolitana en los próximos años. Desafíos como: apoyar a las autoridades sanitarias en la coordinación de cuarentenas, vacunaciones y medidas para superarla crisis sanitaria; fomentar la recuperación del empleo, educación y comercio severamente afectados por la pandemia; participar en la reconstrucción de los centros urbanos y sus espacios públicos, barrios y patrimonio severamente destruidos por la violencia urbana del estallido, avanzando además en la desarticulación de la narcoviolencia que ha infestado a barrios y poblaciones. Por otro lado, quedaTá a cargo de la planificación territorial, que garantice el acceso a suelo para enfrentar la crisis de vivienda, campamentos y hacinamiento que vive nuestra capital; velando por el equilibrio ambiental en una ciudad que enfrentará una escasez hídrica sin precedentes. También estará a cargo de la planificación y coordinación del transporte; incluyendo las nuevas líneas de Metro, la red de superficie y actualizar el proyecto Nueva Alameda Providencia, extender redes de ciclovías y movilidad activa. Otro aspecto clave será recuperar
los barrios de nuestra capital con equipamiento, plazas activas einfraestructura social, de manera de hacerlos más autosuficientes y resilientes, potenciando a las organizaciones de base y el comercio local, a las Pymes e instituciones comunitarias; y tal vez lo más importante: fortalecer la cohesión social, el sentido de comunidad y autocuidado. Finalmente, la región será anfitriona de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos del 2023, los que serán clave para una generación de atletas que no podrán brillar en los Olimpicos de Tokio por culpa de la pandemia.
Pese alas limitaciones, una de las novedades de este cargo-bisagra será la institución del Consejo de Alcaldes, que será presidido por el gobernador y permitirá coordinar y salvar la fragmentación territorial de la región, de manera que la voz de los territorios sea escuchada, se articulen alianzas entre municipios para enfrentar desafíos comunes, y así abogar hacia una autoridad metropolitana con más competencias. Para lograr esto, más que recursos, experiencia, audacia o juventud, Claudio Orrego tendrá que demostrar una gran capacidad de diálogo, articulación, y sobre todo amor por su ciudad y conciudadanos. Esperemos que nuestro primer gobernador metropolitano pueda enfrentar este desafío, y por el bien de la región y el país le deseo la mejor de las suertes.